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Fernando Sanz le quiere dar poderes a Muñiz si finalmente llegan a un acuerdo para su vuelta a Málaga. La idea del presidente es devolver al asturiano a su status anterior en el club. Sea nombrado oficialmente director deportivo o no, el actual entrenador del Racing irá del césped al despacho porque tendrá plenos poderes en la planificación. Algo así como Ferguson pero con menos rimbombancia y con una salvedad: los entrenamientos los dirigirá él, no como hace Ferguson con Queiroz en el United, será la edad. No es que el presidente de la nave blanquiazul esté insatisfecho con el trabajo de Ricardo Rodríguez y Sandro en la dirección deportiva, pero el aval de Muñiz es imponente, porque ambos construyeron el Málaga que ascendió a Primera División y además hicieron buenas migas y optimizaron los recursos como nunca se vio en Málaga. Mientras se preocupaban de salvar al equipo del descenso a Segunda División B y de normalizar la situación en el club recién iniciado el proceso concursal, se pusieron manos a la obra para construir la plantilla del ascenso.
Los nombres ligados a Muñiz son fáciles de encontrar, porque son la base de este Málaga. A Apoño le convenció seis meses antes en Marbella de que jugaría con él en La Rosaleda. Luego se preocupó de la defensa: Hélder Rosario y Weligton. Los hechos hablan por sí mismos. Toda la Segunda se preguntó cómo era posible haber descubierto dos futbolistas que tenían nivel de sobra para jugar en Primera. Pero no se quedó ahí. También contrató a Baha, que tenía ofertas superiores pero que se convenció cuando recibió la llamada telefónica de Muñiz, el único entrenador que habló directamente con él y le dijo exactamente lo que esperaba de sus condiciones. Con el asturiano también aterrizó Eliseu, otro desconocido al que supo pulir y llevar con mano izquierda para que su actitud fuese la correcta. Luego completó su plantilla con jugadores complementarios como Rossato y Carpintero, que también ayudaron en el ascenso. Sanz tiene tan claro que tiene que tener voz y voto en el ilusionante Málaga que quiere construir.
El ascenso del filial también es una prioridad
Dentro de la planificación del equipo, en el club se da mucha importancia al ascenso del filial, que en estas semanas se juega su ascenso a la Segunda División B, categoría ideal para foguear a jóvenes promesas y tener un granero del que poder tirar. Futbolistas como Manu, Edu Ramos, David González o Portillo tendrían una buena rampa para ascender al primer equipo cuando los técnicos lo consideren oportuno. La regeneración del filial también forma parte de esta refundación del Málaga.
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