La Guardia Civil ha detenido a tres personas, y ha imputado a otras 13, tras desarticular una red dedicada a las estafas telefónicas, que podrían haber llegado a estafar un total de 300.000 euros a más de 3.000 víctimas.
El fraude se realizaba a través de números 803 y 806, donde prolongaban las esperas y conversaciones con los usuarios. En ocasiones, llegaron a alargar hasta el tiempo de la llamada el máximo permitido, 30 minutos. Sin embargo, una vez que la operadora cortaba la llamada, muchos de los estafados volvían a llamar al mismo número y les mantenían en comunicación durante otra media hora
En concreto, se detectaron más de 12.000 llamadas de teléfono y más de tres mil posibles víctimas. Alguna de las personas estafadas puede llegar a haber perdido más de 50.000 euros.
La operación se inició tras la denuncia interpuesta en el mes de mayo de 2008 por un ciudadano que decía haber sido estafado por este sistema.
La Guardia Civil averiguó que los responsables de las sociedades y sus empleados eran conocedores de la falsedad de los contactos, los servicios ofrecidos y la estafa ejercida.
Los ahora detenidos mantenían un entramado de empresas por si alguna de ellas era desprovista del servicio por parte del proveedor por incumplir los códigos de conducta y ética, en cuyo caso esos servicios serían contratados por otra empresa del grupo, continuando así con la actividad fraudulenta.
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