El hotel Los Monteros de Marbella ofrecía a mediodía de ayer un estado de revista que resultaba toda una tentación. Su acogedor y florido patio andaluz, los salones de estilo inglés impolutos, la piscina cristalina a disposición del último cliente, que saboreaba con calma una jarra de cerveza ajeno al conflicto laboral, los jardines exteriores pulidos y La Cabane, su club de playa, dispuesto para una foto de catálogo. Pero el hotel Los Monteros tendrá desde hoy sus puertas cerradas por decisión repentina de su administrador único, Ernest Malyshev, que alega comportamiento agresivo de los trabajadores y destrozos en el mobiliario e instalaciones del hotel "que pueden tener consecuencias a la integridad de los clientes".
Los 180 trabajadores del hotel Los Monteros llevan cinco meses sin cobrar íntegramente sus nóminas y, hace unos días, se les comunicó el despido a 40, aunque algunos han recibido ya tres cartas de expulsión desde diciembre, cuando intentó echar a 73 empleados aunque luego rectificó. Desde hace dos días, los empleados del hotel fuera de turno permanecen en asamblea permanente en el establecimiento y anteanoche, Malyshev les anunció el cierre de Los Monteros desde hoy en un escrito en el que alega cinco razones. Las cuatro primeras son reproches por comportamiento agresivo contra los huéspedes del hotel y contra él mismo, y xenófobo por ser rusos. Sólo en la última alude a "la actual crisis financiera que incapacita a la propiedad a cumplir con los objetivos propuestos".
Ese es el problema de fondo, según Lola Villalba, secretaria de la federación de hostelería de CC OO de Málaga, que el empresario ruso no ha cumplido ninguno de los compromisos que adquirió cuando se hizo con la propiedad del establecimiento a finales de 2008 pese a haber firmado hasta tres acuerdos con los trabajadores en el Sercla, en los que éstos admitían un expediente de regulación de empleo temporal para 50 empleados. "Admitimos que el hotel puede tener un exceso de plantilla", reconoce Villalba.
Pero la empresa no ha cumplido compromisos como concluir reformas pendientes, renegociar la deuda y acometer un plan comercial para reflotar el hotel, que según su director, Salvador Ríos, iba a vivir un verano "excelente".
Estos cinco meses de conflictos si han dejado visibles rastros en los exteriores, como pintadas en las paredes con algún insulto.
La inspección de trabajo visitó en la tarde de ayer el establecimiento para comprobar la veracidad de los motivos alegados por Malyshev, a quien la Consejería de Empleo puso recientemente una denuncia por atentar contra la dignidad de los trabajadores y ha multado con 6.001 euros. La delegada del Gobierno de la Junta en Málaga María Gámez dijo que se ha informado a la fiscalía de las actuaciones del empresario ruso. Hoy se unirá una denuncia más por cierre patronal ilegal.
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