Serguei Brovtsyn
A Juan Ramón Muñiz, virtual entrenador del Málaga que viene, no le asustan los retos. Lo demostró cuando dio el salto desde el Municipal de Marbella a La Rosaleda para hacerse cargo de un equipo blanquiazul que estaba a la deriva y también cuando aceptó coger las riendas de un Racing de Santander en el que Marcelino había dejado muy alto el listón. Pero, por si no había quedado claro del todo, el asturiano vuelve a apostar fuerte y asumirá la responsabilidad en un proyecto de máxima exigencia. Y es que el de Gijón tendrá que reconstruir el equipo de Primera División que más bajas ha dado hasta el momento con un total de 13 salidas confirmadas. El Málaga es, por delante del Valladolid que tiene nueve bajas o el propio conjunto cántabro (seis), el equipo de la Liga que más despoblado se ha quedado después de una magnífica temporada en la que acabó octavo en la clasificación.
Todo tiene un porqué y en el caso del Málaga, es el dinero. El club que volvió a la élite del fútbol nacional superando el complicadísimo proceso de la Ley Concursal, se nutrió de cesiones para sobrevivir entre los grandes y muchos futbolistas han tenido que regresar a su equipo de procedencia al finalizar el curso 08-09. Además, la impresionante campaña que se llevó a cabo bajo las órdenes de Antonio Tapia hizo que muchos jugadores volviesen a subir su cotización en el mercado y recibiesen ofertas que el club presidido por Fernando Sanz no podía igualar. Así, este mismo verano que tan sólo tiene algunos días de vida, abandonaron la Costa del Sol los prestados Duda, Lolo, Adrián, Barros, Nacho, Adriano o Albert Luque y otros como Goitia, Calleja, Cheli, Rossato o Salva han terminado contrato. Por su parte, Eliseu ha tenido que marcharse por una buena oferta que llegó del Lazio de la Serie A italiana.
Algunos de estos nombres no han abandonado del todo la agenda malaguista, pero de momento dejan un hueco que Muñiz tendrá que esforzarse por rellenar, mientras está atento a los movimientos que se pueden producir a lo largo del parón estival con piezas como Jesús Gámez o Apoño, que tienen un gran cartel en Primera.
Dirección deportiva. No será la primera vez que el asturiano se encargue de renovar prácticamente la mitad de la plantilla. Muñiz ya desplegó toda su capacidad para el trabajo en los despachos cuando, por exigencias del guión, tuvo que asumir también el cargo de director deportivo en el último año del equipo en Segunda. Entonces, sin un euro, trajo a Martiricos 11 fichajes que resultaron decisivos a la hora de conseguir el ascenso. Llegaron a Málaga Hélder, Weligton, Apoño, Baha, Eliseu...
Además, el técnico contará con una base de trabajo para cuando llegue esta semana que entra a su nuevo lugar de trabajo. La secretaría técnica capitaneada por Ricardo Rodríguez y Sandro no se ha parado incluso cuando el equipo dejó de tener entrenador y fruto de su labor es la incorporación, por ejemplo, de Xavi Torres. Por otra parte, se ha avanzado en los frentes de la firma de un portero y se han dado pasos en firme para tener pronto un nuevo lateral izquierdo. De todas formas, la llegada de Muñiz supondrá, sin duda, una inyección de ideas, propuestas y movimientos para completar un proyecto 2009-10 de garantías para los blanquiazules. Todo un reto para el entrenador y para el Málaga.
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