La hora de los magnates llega al fútbol


El fútbol español, reflejo del europeo, vive ciclos que se suceden rápidamente. Hubo un tiempo en el que los equipos generaban un alto índice de identificación con sus ciudades, para dar paso después al momento en que los foráneos comenzaron a abrirse paso en las plantillas como asimilados; después llegó la 'Ley Bosman' que llenó los conjuntos de foráneos, y abierto un amplio mercado los clubes se sumieron en importantes deudas sin que la conversión en sociedades anónimas deportivas encauzara el desastre. El último capítulo importante es la llegada de la fortuna de grandes magnates a este deporte. La entrada de presidentes foráneos en España fue un completo desastre (Piterman, Brinbank, Ali-Syed o Tinelli) hasta la compra del Málaga por parte del jeque catarí Abdullah ben Nasser Al-Thani.
La entrada de capital del Golfo Pérsico en entidades futbolísticas europeas había sido más recurrente en la Premier League, al amparo de un jugoso reparto de la tarta televisiva que concedía grandes posibilidades para fichar hasta a los clubes más pequeños. Sin embargo, la impresión es que la tendencia empieza a extenderse por toda Europa. Y por España, donde el Getafe ya es propiedad del Grupo Royal Emirates, un fondo de inversión dirigido por un miembro de la familia real de Dubái.
Grandes fortunas tratan de reflotar clubes sin tanta historia para que se codeen con la élite continental. De forma paralela al crecimiento del Málaga, otras tres entidades europeas atraviesan procesos similares, más o menos maduros, porque no empezaron simultáneamente. Cuatro magnates que pretenden que sus equipos toquen techo en Europa, pero en todos los casos queda patente que no resulta nada sencillo conseguirlo. El esfuerzo requiere tiempo, porque el dinero no asegura milagros en el fútbol.
Málaga
La inversión de Abdullah Al-Thani desde su llegada asciende ya a 110 millones de euros. Los necesarios para sacar al club de su depauperado presente, acometer los últimos pagos del convenio de acreedores, remodelar la plantilla e implantar unas estructuras propias de un club grande: refuerzo de la dirección deportiva, fortalecimiento del cuerpo técnico y primeros pasos para potenciar la cantera. Duda, jugador franquicia hace apenas dos temporadas, ahora es un suplente meritorio. Por el camino se han ido batiendo sucesivamente los récords de fichaje más caro de la historia de la entidad, hasta el tope actual de Cazorla, con 19 millones de euros.
Tras la milagrosa recuperación de la pasada campaña, con cinco victorias consecutivas que significaron la permanencia, la inversión por la actual plantilla se acerca a los sesenta millones. El objetivo cercano es volver a Europa, lo que no es poco para un club que tiene su techo en la Intertoto conquistada en 2002, unas semifinales de la Copa del Rey (1973) y dos séptimas plazas en la Liga. A medio y largo plazo, el jeque quiere a un Málaga en la Champions. La expansión ha sido tal que muy pocos equipos en Europa -ninguno en España- lo superan en el balance gastos menos ingresos este verano.
París Saint-Germain
Uno de los pocos conjuntos que invirtieron más que el Málaga los dos últimos meses es el cuadro de la capital francesa. Histórico en su país hasta cierto punto. Refundado en 1970, totaliza dos Ligas y ocho Copas, pero en los últimos años andaba de capa caída. Hasta tal punto que flirteó con el descenso en las temporadas 2007-08 y 2008-09. No lo merecía un conjunto que ha cobijado a jugadores como Lama, Pauleta, Ginola, Valdo, Luis Fernández, Rocheteau o Raí, y a técnicos del prestigio de Just Fontaine, Gerard Houllier, Tomislav Ivic, Artur Jorge o Alain Giresse.
Con una deuda estimada en unos treinta millones, la llegada del jeque Tamin ben Hamad Al-Thani fue vista como el maná. Pariente del potentado dueño del Málaga, tiene solo 31 años, dos mujeres y cuatro hijos, y es miembro del Comité Olímpico Internacional. Se ha hecho con el 70 por ciento de la propiedad del club a través de la sociedad Catar Sports Investments. Los estandartes del nuevo PSG son el brasileño Leonardo, ex del Valencia y del Milan, como director deportivo, y el medio punta argentino Pastore, firmado por la friolera de 43 millones procedente del Palermo. El cuadro francés, transcurridas cuatro jornadas de la Ligue 1, es ya tercero, y con sus 89 millones de gasto en ocho futbolistas es el principal favorito al título en su país. De hecho, se ha tratado de una inversión estratégica, al ser la única gran capital europea sin un poderoso conjunto de fútbol.
Anzhi Majachkala
El más desconocido de los cuatro clubes analizados. No en vano, tiene su sede en la República de Daguestán y fue fundado en 1991. Comenzó en el tercer escalón del fútbol ruso, y la presente es su tercera temporada en la máxima categoría, tras el ascenso de la campaña anterior y el ciclo cubierto entre los años 2000 y 2002. Su mayor logro fue el subcampeonato copero de 2001, que le valió para jugar la Copa de la UEFA de la siguiente campaña, pero el organismo europeo dictaminó que su eliminatoria ante el Glasgow Rangers se jugara en suelo neutral, Varsovia, debido a la inestabilidad de Chechenia, república vecina.
Uno de los elementos más curiosos de este conjunto es que, por motivos de seguridad, sus jugadores viven y se entrenan en Moscú y solo vuelan a Majachkalá (a unos 2.000 kilómetros) para jugar los partidos como local. El club fue adquirido hace unos meses por el magnate del petróleo, el gas, los metales preciosos y los fertilizantes Suleyman Kerimov. Ruso de 45 años, aparece en el puesto 118.º de la Lista Forbes estadounidense, y su fortuna está estimada en unos 7.800 millones de dólares.
Se ha hecho notar en el mercado europeo con el fichaje de Eto'o, del que se dice que percibirá una ficha de 20 millones de euros que rompe totalmente la baraja respecto a otros precedentes en este deporte. No ha sido el único refuerzo de relumbrón. En las filas del Anzhi, actualmente cuarto en la interminable liga rusa, juegan también el brasileño Roberto Carlos, los centrocampistas Mehdi Carcela, Zirkhov y Boussoufa, y el atacante húngaro Dzsudzsak.
Manchester City
Justo hace tres años cambió el sino de este club, que fue grande en Europa a finales de los sesenta y comienzos de los setenta. No en vano, ganó una Liga, una Copa, una Recopa y dos Copas de la Liga en esos años. Pero desde 1976 no sumaba ningún título a sus vitrinas hasta la Copa de la última campaña, ganada por la mínima al Stoke City en Wembley (con gol de Yaya Touré). La llegada de un grupo inversor de los Emiratos Árabes, con Suleiman Al-Fahim como hombre visible (el actual máximo accionista es el jeque Mansour ben Zayed Al-Nahyan) supuso el control del club tras un desembolso de nada menos que 250 millones de euros. Supuso el relevo al ex primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, desembarcado en 2007.
La mejor prueba de que los millones no garantizan éxitos inmediatos es que por el City han pasado jugadores del nivel de Robinho, Bellamy, Tévez, Santa Cruz, Given, Adebayor o Jerome Boateng, y no es hasta ahora cuando parece asentado en un primer nivel europeo. Ha sido otro verano movido, con los fichajes de Agüero (45 millones), Nasri (26) o Clichy (14), que se suman a los de Silva, Dzeko y Balotelli en el último año. El resultado es que tres temporadas después los 'citizens' ya sí se hacen respetar. Colideran la Premier League junto al 'United' y, lo que es más importante, regresan a la Champions, torneo que no jugaban desde hace 43 años.

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