Representantes de siete municipios de la Costa del Sol, la mayoría gobernados por el PP, acordaron ayer elaborar un texto en defensa de la actividad de los chiringuitos de la provincia, con la intención de llevarlo a los diferentes plenos y al Parlamento andaluz para que se insista en la necesidad de salvar estas instalaciones.
El alcalde de Málaga (PP), promotor del encuentro, aseguró que "hay base legal en la Ley de Costas" para que "puedan estar ubicados en el espacio de dominio público de la propia playa por su propia actividad y que sólo cuando hubiera situaciones imposibles se buscaría alternativas".
A la reunión también acudieron los alcaldes de Nerja, Fuengirola, Marbella, también del Partido Popular, y los de Algarrobo (PA), Torrox (IU) y la edil de playas de Rincón de la Victoria, gobernado por el partido independiente PSIRV. Faltaron representantes de los municipios con gobierno del PSOE, como Vélez Málaga, Mijas, Estepona o Benalmádena, así como los representantes de Manilva y Casares, de IU.
Banderas azules
La ubicación de los chiringuitos en primera línea de playa también marcará la concesión de las banderas azules en 2010, según fuentes citadas por Efe de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), la ONG que entrega los distintivos.
La entidad que se encarga de reconocer la calidad de las playas en Europa con el distintivo Bandera Azul no comparte el argumento de la "excepcionalidad cultural" de los chiringuitos en el litoral andaluz, y sostiene que éstos deben salir de la arena y situarse en la zona prevista en la Ley de Costas. La decisión de este año está tomada desde marzo y no habrá grandes diferencias con respecto a las de 2008.
Según datos del sector, la provincia malagueña cuenta con unos 300 chiringuitos que dan empleo estable a cerca de 7.500 personas y generan otros 7.000 puestos temporales en verano.
La Junta, PP, PSOE e IU y los sindicatos han mostrado su apoyo a su mantenimiento en la ubicación actual.
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