El verano se acerca y ya se empieza a hablar de uno de los asuntos que más preocupan a los bañistas. Las incómodas medusas. Esos seres viscosos y desagradables que a más de uno le quitan las ganas de pegarse un buen baño. Sobre todo cuando se sabe de su presencia. Por ello, los especialistas ya calculan la posible incidencia de estos celentéreos, fundamentalmente en el mar Mediterráneo, donde las aguas alcanzan mayor temperatura durante los meses de verano y donde Málaga ha sido protagonista en los últimos años.
Tanto es así que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) prevé en aguas mediterráneas una “situación normal”, como la que ha venido ocurriendo en los últimos años, y en la que la protagonista será la habitual especie ‘Pelagia noctiluca’. Ignacio Franco, especialista del IEO, asegura que ésta es la medusa que más problemas ha causado en los últimos veranos, “ya que tiene una picadura que llega a hacer una herida. Es desagradable, pero no pasa de ahí, salvo para niños pequeños o alérgicos”, apunta Franco.
Tal y como asegura el especialista, la ‘Pelagia noctiluca’ es una especie “más propia de aguas abiertas, pero aparece de forma ocasional en la costa cuando la traen los vientos o las corrientes. Por ello, cabe esperar que habrá problemas en algunas zonas y se puede repetir la situación que tuvo lugar hace dos veranos, cuando hubo muchísimas medusas”.
Si bien la mayoría de los ejemplares se localizan en el interior del mar Mediterráneo, su aparición en el litoral depende más de vientos y corrientes. Por tanto, es previsible que haya zonas de la costa mediterránea donde estos fenómenos sean más frecuentes. “Hablamos de Cataluña y Baleares, aunque hay zonas concretas como Almuñécar, Málaga y Marbella donde las corrientes tienden a ir a la costa”, explica Franco.
Precaución. Como siempre, la precaución será la mejor arma contra las medusas. Así lo decía recientemente el investigador del Instituto de Ciencias del Mar, Josep María Gili, refiriéndose a los bañistas más atrevidos de la temporada que ya se acercan a las playas andaluzas. Sobre todo cuando se habla de la conocida como ‘carabela portuguesa’, una especie de la que el pasado mes de marzo se encontraron algunos ejemplares en Málaga y otras provincias de la región. Si bien las especies que llegan a nuestras playas no son mortales, Gili recordaba que ante la ‘carabela portuguesa’ hay que actuar “con mayor diligencia”. Y es que esta especie, cuyo nombre científico es ‘Physalia physalia’, está catalogada como peligrosa. Sus tentáculos son urticantes y su picadura produce quemazón, hinchazón y, en caso de alergia, puede llevar incluso a un paro cardiaco, en el peor de los casos.
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