Tras dejar claro que los nuevos realizadores vienen pegando fuerte, al menos en lo que concierne al Festival de Málaga. el cine español, que durante nueve días ha «expuesto» buena parte de lo que podremos ver en los próximos meses, en esta su XII edición -en la que se ha estrenado como director Carmelo Romero-, hay que resaltar la formidable participación ciudadana en todos los eventos, que han sido muchos y variados. Se ha contado con unos mil informadores entre España e Iberoamérica y un ejemplar equipo de comunicación de 20 personas.
Pese a que en la recta final pareciera que la preñada agenda festivalera fuera a engullirse a sí misma, a nadie le ha salido el «alien» que llevamos dentro, es lo que transmite de cerca Romero embutido en una manifiesta serenidad. Y mientras el cineguía al completo dormía del trasnoche de la gala, Carmelo Romero ya había tenido varias reuniones desde distintos flancos: uno e importante, el de el incremento de capital privado que quiere apostar más fuerte el año que viene (en esta «campaña» se ha superado el millón de euros. El Ayuntamiento destina 2 millones y medio de euros). «Las firmas importantes ven que los resultados de asimilación de sus anuncios por parte del público son rapidísimos, van al ritmo del festival», asegura y confirma, por otro lado, que sin cerrar las cifras, porque falta toda la jornada de clausura, y cinco salas sin contar «se han contabilizado unos 60.000 espectadores entre todas las sesiones».
Éste ha sido el año de los nuevos valores y sus óperas primas, tanto en la sección oficial como en ZonaZine y, además, resulta que el jurado ha considerado que había que premiarlas: «La vergüenza», «3 días con la familia», «Fuga de cerebros» -en su primer día de estreno comercial ha recaudado 260.000 euros sin conocerse que iba a ser premiada- o «Pagafantas». Lo que demuestra la incorporación natural de nuevas ideas y maneras de rodar.
La carpa instalada en la Plaza de la Constitución, con cuatro sesiones de cine diarias, «ha estado entre un 70 o 80 por ciento de público diariamente», dice orgulloso el nuevo director, que ensalza la exposición de la editorial «8 y medio», diseñada en la calle Larios y los juegos interactivos de la Plaza de la Merced. «Ha sido como hacer permeable en el público el tejido del festival». Entiende que casi toda esa gente se mueve por las nuevas figuras que salen de la televisión: Él responde que se trata de «un viaje de ida y vuelta. Los consagrados intercalan sus trabajos con la pequeña pantalla y los protagonistas de «Mentiras y gordas» o de «Fuga de cerebros», salen de ella».
Cortometrajes
Durante 9 días ha habido tiempo para ver cortometrajes «por su probada trayectoria y calidad». De tal forma que acompañaran a los largometrajes de la sección oficial en el palacio del festival. La sección «5 minutos de cine», en la que directores como Julio Medem muestran personalmente y en exclusiva su nueva película, que no ha llegado a tiempo al festival, pero quieren estar presentes antes de su inminente estreno.
«El otro cine español», indicado para seguidores de lo experimental a lo Pere Portabella o Marc Recha se mantendrá.
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