-Las condiciones climatológicas han sido inmejorables esta Semana Santa y ésa era una de las claves.
-Ha habido varias claves. En épocas de crisis el turismo nacional se queda en España y Andalucía tiene el reclamo especial de la Semana Santa. Vivimos en una época de incertidumbre, los viajes se acortan y ahí somos líderes. Esta región siempre ha sido líder en el mercado español. La segunda clave es que hicimos una campaña muy intensa de marketing para Semana Santa, haciendo especial énfasis en tres comunidades comunicadas por el AVE como Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha. Además hemos tenido la suerte de la bondad del tiempo, que no se puede prever y que nos da la razón cuando decimos que el turista del siglo XXI compra el viaje y hace las reservas cada vez con menos antelación. Éramos moderadamente optimistas y ahora somos optimistas.
-Los primeros meses del año han presentado datos bastante bajos. ¿Espera que la Semana Santa suponga el resurgir del sector?
-La Semana Santa ha sido un revulsivo y estamos viendo a ver si se consolida esta opción. Estamos en una crisis seria, pero la gente, como se ha demostrado esta Semana Santa, sigue renunciando a cambiar el coche o de piso, pero no renuncia a unos días de vacaciones. El turismo se ha convertido en un derecho social y las personas sigan viajando.
-Aún es pronto y todo el sector habla de incertidumbre, pero ¿tienen ya algunas previsiones de cómo va a ir el resto del año?
-Vamos a seguir intensificando las campañas en la Unión Europea y es posible que el mercado extranjero no mantenga las cuotas de otros años, pero estoy seguro de que el mercado español va a responder mejor. La gente se ha ido menos al Caribe o Nueva York esta Semana Santa y ha cogido destinos más cercanos. Esa tendencia va a seguir igual. Andalucía ha mejorado mucho sus comunicaciones. El AVE es fundamental, pero también las autovías, las inversiones en los aeropuertos de Málaga o Jerez. Confío mucho en el mercado español.
-¿Qué papel juega el turismo de sol y playa en este contexto?
-El turismo de sol y playa resurge cuando hay crisis ya que el turismo español lo busca. Creemos que es un buen momento para gestionar el sol y playa porque el presente es bueno. Los datos obtenidos en la Costa del Sol en 2008 son espectaculares.
-¿Hay que hacer algún plan especial para relanzar la imagen turística de Marbella, como joya de la corona, después de la mala sensación que quedó tras Malaya?
-Es una apuesta política. No ha sido sólo el tema de Malaya, con los gobiernos de Gil, Marbella perdió todo el glamour y muchas personas famosas se fueron. Se deterioró la imagen. Esa masificación urbanística alejó a un turismo selecto que era muy bueno para la Costa del Sol. Se sustituyó el glamour por el ladrillo, pasando a una Marbella más vulgar. Ahora tenemos una estabilidad democrática que hemos querido potenciar desde la Junta. Por eso presentamos en Marbella la nueva campaña de la Consejería de Turismo, con Alba Molina. Hemos pasado además de patrocinar eventos a adquirirlos en propiedad. Decidimos que el primer año fuera en Marbella.
-Marbella acoge un torneo de tenis internacional y va a ser sede de la Copa Davis. Se hablaba de Baleares como favorita para ser sede de la Davis, ¿qué pasó?
-Baleares era la opción más lógica porque España jugaba contra Alemania, su principal cliente turístico, tienen a Nadal como imagen, los jugadores prefieren jugar junto al mar, y el nuevo presidente de la Real Federación de Tenis es andaluz y no quería entrar en polémicas. La sorpresa para nosotros fue que Baleares no optó porque ni la comunidad autónoma ni el Ayuntamiento de Palma lo pidieron, sino que fueron los hoteleros los que presentaron la oferta. Cuando a estos le dijeron que tenían que poner 800.000 euros sólo para la propuesta, los hoteleros se retiraron. Me llamaron el alcalde de Granada, la alcaldesa de Marbella y el alcalde de El Puerto de Santa María y a los tres les dije que la Junta ponía el 50% de la inversión. Al final Granada cayó y, entre otras ciudades, todos votaron por Marbella. Como elemento diferenciador, la Junta siempre ha hecho una apuesta económica.
-¿El deporte es un fuerte reclamo turístico?
-Sin ninguna duda. Para ver y para que te vean. En lugar de patrocinar hemos comprado los eventos, para que tengan una continuidad. Hemos comprado el torneo de golf de Valderrama para 2010 y 2011 y antes era de Volvo.
-¿Va a ser el último año con las playas sin transformación en la costa occidental?
-Los ayuntamientos ya están adjudicando las obras por lo que el año que viene se tienen que ver esas transformaciones en las playas. Vamos a poner muchos nuevos proyectos del Qualifica de aquí al verano, la mayoría de playa. La fachada litoral es clave, con zonas que se vertebren con el mar. Tenemos algunos proyectos preciosos para cada municipio. Los ayuntamientos están entusiasmados.
-Pregunta obligada. ¿Qué le parece la llegada de Griñán como presidente de la Junta?
-Confío mucho en que José Antonio Griñán acierte en el mejor gobierno para los andaluces.
-Ha habido varias claves. En épocas de crisis el turismo nacional se queda en España y Andalucía tiene el reclamo especial de la Semana Santa. Vivimos en una época de incertidumbre, los viajes se acortan y ahí somos líderes. Esta región siempre ha sido líder en el mercado español. La segunda clave es que hicimos una campaña muy intensa de marketing para Semana Santa, haciendo especial énfasis en tres comunidades comunicadas por el AVE como Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha. Además hemos tenido la suerte de la bondad del tiempo, que no se puede prever y que nos da la razón cuando decimos que el turista del siglo XXI compra el viaje y hace las reservas cada vez con menos antelación. Éramos moderadamente optimistas y ahora somos optimistas.
-Los primeros meses del año han presentado datos bastante bajos. ¿Espera que la Semana Santa suponga el resurgir del sector?
-La Semana Santa ha sido un revulsivo y estamos viendo a ver si se consolida esta opción. Estamos en una crisis seria, pero la gente, como se ha demostrado esta Semana Santa, sigue renunciando a cambiar el coche o de piso, pero no renuncia a unos días de vacaciones. El turismo se ha convertido en un derecho social y las personas sigan viajando.
-Aún es pronto y todo el sector habla de incertidumbre, pero ¿tienen ya algunas previsiones de cómo va a ir el resto del año?
-Vamos a seguir intensificando las campañas en la Unión Europea y es posible que el mercado extranjero no mantenga las cuotas de otros años, pero estoy seguro de que el mercado español va a responder mejor. La gente se ha ido menos al Caribe o Nueva York esta Semana Santa y ha cogido destinos más cercanos. Esa tendencia va a seguir igual. Andalucía ha mejorado mucho sus comunicaciones. El AVE es fundamental, pero también las autovías, las inversiones en los aeropuertos de Málaga o Jerez. Confío mucho en el mercado español.
-¿Qué papel juega el turismo de sol y playa en este contexto?
-El turismo de sol y playa resurge cuando hay crisis ya que el turismo español lo busca. Creemos que es un buen momento para gestionar el sol y playa porque el presente es bueno. Los datos obtenidos en la Costa del Sol en 2008 son espectaculares.
-¿Hay que hacer algún plan especial para relanzar la imagen turística de Marbella, como joya de la corona, después de la mala sensación que quedó tras Malaya?
-Es una apuesta política. No ha sido sólo el tema de Malaya, con los gobiernos de Gil, Marbella perdió todo el glamour y muchas personas famosas se fueron. Se deterioró la imagen. Esa masificación urbanística alejó a un turismo selecto que era muy bueno para la Costa del Sol. Se sustituyó el glamour por el ladrillo, pasando a una Marbella más vulgar. Ahora tenemos una estabilidad democrática que hemos querido potenciar desde la Junta. Por eso presentamos en Marbella la nueva campaña de la Consejería de Turismo, con Alba Molina. Hemos pasado además de patrocinar eventos a adquirirlos en propiedad. Decidimos que el primer año fuera en Marbella.
-Marbella acoge un torneo de tenis internacional y va a ser sede de la Copa Davis. Se hablaba de Baleares como favorita para ser sede de la Davis, ¿qué pasó?
-Baleares era la opción más lógica porque España jugaba contra Alemania, su principal cliente turístico, tienen a Nadal como imagen, los jugadores prefieren jugar junto al mar, y el nuevo presidente de la Real Federación de Tenis es andaluz y no quería entrar en polémicas. La sorpresa para nosotros fue que Baleares no optó porque ni la comunidad autónoma ni el Ayuntamiento de Palma lo pidieron, sino que fueron los hoteleros los que presentaron la oferta. Cuando a estos le dijeron que tenían que poner 800.000 euros sólo para la propuesta, los hoteleros se retiraron. Me llamaron el alcalde de Granada, la alcaldesa de Marbella y el alcalde de El Puerto de Santa María y a los tres les dije que la Junta ponía el 50% de la inversión. Al final Granada cayó y, entre otras ciudades, todos votaron por Marbella. Como elemento diferenciador, la Junta siempre ha hecho una apuesta económica.
-¿El deporte es un fuerte reclamo turístico?
-Sin ninguna duda. Para ver y para que te vean. En lugar de patrocinar hemos comprado los eventos, para que tengan una continuidad. Hemos comprado el torneo de golf de Valderrama para 2010 y 2011 y antes era de Volvo.
-¿Va a ser el último año con las playas sin transformación en la costa occidental?
-Los ayuntamientos ya están adjudicando las obras por lo que el año que viene se tienen que ver esas transformaciones en las playas. Vamos a poner muchos nuevos proyectos del Qualifica de aquí al verano, la mayoría de playa. La fachada litoral es clave, con zonas que se vertebren con el mar. Tenemos algunos proyectos preciosos para cada municipio. Los ayuntamientos están entusiasmados.
-Pregunta obligada. ¿Qué le parece la llegada de Griñán como presidente de la Junta?
-Confío mucho en que José Antonio Griñán acierte en el mejor gobierno para los andaluces.
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