Con unos aros y el cartel del ´Vértigo´ de Hitchcock de fondo de un escenario dominado por el color rojo, daba comienzo la gala de inauguración de esta edición del Festival de cine español. También vestida de rojo y acompañada por Gonzalo de Castro, Carmen Elías presentó una gala en la que empezó destacando la presencia de un "malagueño universal" en ésta, la duodécima edición, en la que participan 16 películas a concurso, 14 de ellas a concurso. Y es que el protagonista de ´Átame´ será la gran estrella de esta edición con una retrospectiva que recorrerá su trayectoria como director y como actor.
Entre bromas y una presentación hábil, Elías y Castro también agradecieron la presencia de Ángeles González Sinde, de la que destacaron su particular lucha por el cine patrio. Las películas, dijeron los conductores de la gala, representan "todo el abanico del cine español". Además, este año se proyecta, por primera vez, una película estadounidense fuera de concurso, ´Noise´, protagonizada por Tim Robbins.
La platea aplaudió y miró hacia la butaca de Juan Diego cuando se anunció la retrospectiva que se le dedica este año. El jurado de este año, presidido por Álex de la Iglesia, hizo bromas acerca de la ausencia de Lucía Echevarría, que, según el director de ´La comunidad´, "había metido el pie entre el tren y el andén" y no podía estar presente. La que más destacó de entre un jurado eminentemente masculino fue Emma Suárez, vestida de blanco impoluto. A pesar del humor, De la Iglesia aseguró que elegirán la película "que les parezca más honesta".
En la ceremonia también se destacó la defensa de los jóvenes valores de la cinematografía española, con la proyección de cortometrajes y el apartado más alternativo ZonaZine. Y es que, como bien dijeron los presentadores, "en tiempos de crisis hay que cuidar a los nuevos valores". Tras asegurar el apoyo de la industria a Málaga como ciudad cultural, apareció el equipo de la película que inauguró el festival, ´La vergüenza´, cuyo director, David Planell, estaba exultante: "Es un privilegio que una película pequeña esté abriendo el Festival de Málaga". Y es que, con crisis o sin ella, el Cervantes se llenó a rebosar para saludar nueve días con lo mejor de nuestro cine en un momento difícil para la industria.
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