El encuentro entre los máximos responsables técnicos del Sevilla y del Málaga tuvo como marco incomparable el restaurante Doña Guadalupe, en pleno centro de Osuna, famoso por su arroz con perdiz (delicioso) y con múltiples retratos del maestro Curro Romero. Nadie les ha regalado nada. El Sevilla se clasificó de manera brillante y desahogada para la Champions. Y a Jiménez le llovían los palos: "Estuvimos terceros toda la temporada y no paraban de criticarme. Decían que no hacíamos fútbol brillante. ¡Y estábamos siempre arriba!". Muñiz, el técnico que salvó al Málaga del descenso a Segunda B (y por ende de la desaparición) y que lo colocó en Primera sufre también los rigores de la hiel: "De acuerdo que vamos los últimos, pero hemos tenido partidos donde, en jugadas tontas hemos perdido puntos que ahora nos tendrían lejos del descenso. En A Coruña nos marcaron un gol desde 35 metros y fallamos varios goles clarísimos; contra el Racing debimos sumar al menos uno, contra el Espanyol igual; el Villarreal nos hizo un gol por un error de colocación de nuestra barrera. Sumen puntos".
Pero lejos de estas lamentaciones, Jiménez y Muñiz hablaron, sobre todo, de fútbol. De manera cordial, distendida, entre amigos. Hablamos sobre Apoño. Y el técnico del Sevilla nos reveló que lo quiso fichar: "Jugaba en el Marbella y le dije a Monchi que le fichara, pero para el primer equipo. Nos dijo que él no iba al Sevilla". Y de Jesús Gámez recordó su 'no fichaje'. "Hable con él por teléfono y le dije que en el Sevilla iba a tener mucha competencia para ser titular. Me dijo que venía a trabajar. Al día siguiente se rompió la operación porque Lolo no aceptó una cláusula donde tenía que rebajar su ficha en un 50% en caso de descenso".
Muñiz dialoga con Juan Lozano (Osuna, Sevilla, 26-1-1964), uno de los dos segundos entrenadores de Jiménez. "¿Te acuerdas que nos enfrentamos en un partido de Copa? Yo jugaba en el Écija y tú en el Sporting y teníais un delantero moreno grandote" "¡Claro!", asevera Muñiz. "Era Yekini, un nigeriano". El otro vicebrazo de Jiménez es Jesús Calderón (Morón de la Frontera, Sevilla, 6-11-1972), que le dice tanto al técnico del Málaga como a su masajista, Marcelino Torrontegui (Gijón, 21-5-1964). Para quien no le conoce, diremos que es una eminencia. Vinculado al ciclismo, ha estado en 4 Juegos Olímpicos y 18 Mundiales trabajando para monstruos como Rominger o Lance Amrstrong. "Me parece impresionante lo que está haciendo el Sevilla y espero que nosotros salgamos de ahí abajo".
Una comida distendida da para muchas historias y anécdotas. Surge el nombre de Maradona, con quien Jiménez coincidió en el Sevilla en 1992. "Pues ese nos marcó un golazo cuando yo jugaba en el Sporting", tercia Muñiz. "¡El único bueno que metió!". El técnico malaguista también coincidió con Onésimo, uno de los grandes reyes del regate y que además jugó en el Valladolid y el Barcelona. Jiménez contó una muy buena: "Cruyff le decía que no llevase el balón tan pegado al pie. Onésimo le contestó: ¿Por qué yo no y Mikael sí?". Obviamente, este Mikael era Michael Laudrup.
Muñiz se deshace en elogios con Jiménez: "Espero que ganéis la Liga y que nosotros acabemos, como mucho, entre los diez primeros". El de Arahal lo firma y, con la venia de sus dos ayudantes, Lozano y Calderón, firma: "Que Sevilla y Málaga nos encontremos en la final de Copa. Sería algo muy bonito".
Y así transcurrió la sobremesa. Jiménez elogió a Duda de quien resaltó su carácter introvertido, pero ensalzó su calidad humana. "Le encanta la caza", agregó Jesús Calderón. Muñiz sería feliz si tuviera un delantero con la calidad goleadora de Álvaro Negredo. "Pues le estaba siguiendo desde el Castilla", comentó Jiménez... y muchas cosas más.
Preguntamos a Jiménez por José Carlos, un banda derecha con un futuro impresionante. "Lo quería el Recreativo de Huelva, pero no queremos que se vaya. Espero que tenga muchos minutos con el primer equipo". El Málaga, por su parte, ha hecho debutar a cinco jugadores de su filial.
Un paseo por Osuna, que se volcó con los entrenadores
En estas imágenes podemos ver a nuestros dos protagonistas. Manolo Jiménez estuvo escoltado por sus ayudantes, Juan Lozano y Jesús Caderón. Juan Ramón Muñiz vino con su masajista Marcelino Torrontegui y el jefe de prensa, Víctor Varela. Osuna se volcó. Y, por supuesto, nuestro agradecimiento al Restaurante Doña Guadalupe.
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