El frío es un excelente aliado para la propagación de la gripe A. El descenso de las temperaturas registrado en Málaga, aunque no ha sido muy llamativo, sí que ha favorecido los contagios del virus H1N1. La tasa de incidencia se ha duplicado en una semana. Así, se ha pasado de 117 a 247 casos por 100.000 habitantes. Los médicos esperan que haya un aumento de enfermos de aquí a final de mes, es decir, en los próximos tres o cuatro días.
La tasa de gripe A de Málaga es inferior a la media andaluza (298 casos por 100.000 habitantes). La explicación es que hay un mayor número de afectados en las provincias donde se ha registrado ya una bajada más intensa de las temperaturas, como ha ocurrido en Jaén, Córdoba y Granada.
A medida que el frío se haga más patente en Málaga, lo que se espera en breve, los casos de gripe A crecerán de forma importante. Al menos eso es lo que está previsto. «La onda epidémica debe llegar en unos días, coincidiendo con el final del mes. Para esa fecha esperamos un pico de casos, pero no sabemos si se cumplirán las previsiones. Dependerá de cómo se comporten las temperaturas. Si hace más frío, habrá más gripe A que si el tiempo es bueno», manifestó ayer a este periódico el jefe de urgencias y cuidados críticos del Hospital Regional Carlos Haya, Guillermo Quesada. Este experto puso el ejemplo de Madrid, donde la tasa ha bajado de 480 a 300 casos por 100.000 habitantes.
El 98% de los enfermos con gripe A se curan sin dificultad en un plazo no superior a una semana. Sin embargo, a una minoría de pacientes el virus les provoca graves problemas respiratorios, lo que obliga a hospitalizarlos o, incluso, ingresarlos en las unidades de cuidados intensivos. Otra característica de la nueva gripe es que, aunque suele ser incluso más benigna que la estacional, se contagia con mayor facilidad. El virus se transmite más entre niños y adultos jóvenes que entre personas mayores, ya que estas tienen una mayor inmunidad frente al H1N1.
'Salud Responde'
Toda enfermedad nueva crea alarma entre la población. La información es un elemento clave para tranquilizarse y saber cómo actuar. En esa tarea informativa juega un papel destacado 'Salud Responde'. Hasta el 22 de noviembre, este servicio sanitario había recibido 13.149 llamadas telefónicas relacionadas con la gripe A. El 55% de esas consultas fueron para solicitar información, mientras que el 43% tuvieron carácter asistencial, es decir, se recomendó un tratamiento por teléfono a la persona que sufría el virus. El 2% restante fueron de llamadas de seguimiento a pacientes, indicó el director de 'Salud Responde', José María González.
Del total de llamadas para pedir una asistencia sanitaria, el 87% las resolvieron directamente los médicos y enfermeros del citado servicio sin que hiciese falta recurrir a otros recursos; el 7% se derivaron a atención primaria (centros de salud y consultorios), y el 6% se desviaron a los centros de coordinación de urgencias para que personal sanitario acudiese a casa del enfermo y valorara su caso 'in situ'.
Preguntas más frecuentes
En la última semana, una cuarta parte de las llamadas procedían de la provincia de Málaga (25%). Las consultas más frecuentes de los usuarios que marcan el número de 'Salud Responde' (902 505 060) se relacionan con información sobre la vacuna de la gripe A, cuáles son los grupos de riesgo que deben vacunarse, qué tipo de síntomas tiene la enfermedad y las medidas de protección que deben adoptarse en los colegios y los centros de trabajo. Las llamadas han crecido en los últimos días hasta llegar a las 2.000 diarias de media.
El contagio del virus H1N1 se produce igual que el de la gripe común: de persona a persona a través de las gotitas de saliva y las secreciones nasales que se expulsan al toser, hablar o estornudar. El virus también se puede transmitir de forma indirecta al tocarse los ojos, la nariz o la boca después de estar en contacto con las microgotas o secreciones respiratorias procedentes de una persona infectada y que se han quedado en las manos o están en cualquier tipo de superficie. El virus se puede transmitir desde un día antes de empezar con los síntomas hasta siete días después. La capacidad máxima de contagio se produce en los tres primeros días. Se recomienda a los pacientes no salir de sus casas para no contagiar.
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