El Málaga, contra el Dépor y Riazor


Dice el dicho popular que ´las meigas, haberlas haylas´. El Málaga puede dar fe de ello. Los albicelestes visitan este fin de semana uno de sus campos malditos de la Primera División. Podría decirse que el que más, ya que el nivel del Deportivo se asemeja mucho al malaguista, pero nunca se han conseguido los tres puntos en Riazor. ¿Mala suerte? ¿´Meigas´? ¿Simple casualidad?
Muchos pueden pensar que el Deportivo de La Coruña es un equipo más en el camino blanquiazul. Pero no es así. Algunas cuentas pendientes también están por saldarse, pero sobre todo, el Málaga se enfrenta el domingo a las 17.00 horas con el maleficio de Riazor.
Son ocho las temporadas que el club ha disputado encuentros en tierras gallegas y casi todos ellos han sido negativos. El Málaga sólo ha cosechado un punto de los 24 posibles, lo que evidencia que Riazor siempre ha sido un estadio con muy malas sensaciones para los malaguistas. Precisamente la última vez, el Málaga visitó estadio coruñés tras su vuelta a Primera División con la esperanza de romper el maleficio que le persigue, pero no pudo ser. Los de Tapia perdieron por 2-0 pese a que llegaban a tierras gallegas con una buena renta de resultados a sus espaldas.
Fue en la primera vuelta, en la resurrección del nuevo Málaga y cuando mejor fútbol desplegaban, cuando volvió a besar la lona en Riazor. Los hombres de Tapia llegaban a La Coruña tras dejar una magnífica imagen ante el Real Madrid en el Bernabéu (4-3), empatar en casa contra el Villarreal (2-2), volver a empatar en Mallorca (2-2) y ganar al Osasuna (4-2). Era casi imposible fallar, pero no hubo opción a la reacción.
Con la moral por la nubes se presentó en Riazor el Málaga, pero ni por esas. Si antes era el Dépor de Irureta el que le tenía tomada la medida a los malaguistas, ahora fue Lotina el que consiguió desactivar la moral blanquiazul.
Y es que la pasada temporada el Málaga no consiguió ganarle al Dépor en los dos enfrentamientos que se vieron las caras. En La Rosaleda, en la segunda vuelta, el Málaga también empató y dejó escapar muchas de sus opciones de jugar en Europa. En la memoria de la afición malaguista aún perdura el penalti errado por Apoño que pudo acercar a los de Tapia a puestos europeos. No hubo opción y a partir de esa jornada hasta el final, el Málaga se dejó llevar y se alejó de sus opciones europeas.
Maldición. Por eso, Riazor es, junto al Bernabéu, los dos estadios malditos del Málaga en Primera División. Nunca ha ganado allí, ni siquiera con la antigua denominación, y la losa es ya demasiado pesada. Con la actual denominación, el Málaga sólo ha cosechado un empate, que se remonta a la temporada 01/02 con Peiró en el banquillo (2-2). El resto, siempre derrotas y con alguna goleada sonrojante.
En la vuelta a Primera, primera goleada –temporada 99/00, 4-1–, en la siguiente, otra goleada –temp. 00/01, 4-0–. El curso siguiente se consiguió el empate a dos goles. En la 02/03, perdió por la mínima (1-0). Al igual que en la 03/04 y en la 04/05. En la 05/06, el año del descenso, el Málaga volvió a perder 2-1.
Con la nueva denominación, los partidos contra el Dépor en La Rosaleda tampoco son muy favorables. De las ocho temporadas, sólo el Málaga ha sido capaz de ganarle en la primera (99/00, 1-0), el resto, cinco empates y dos derrotas. Pero la historia está para cambiarla. Riazor espera.

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