El Málaga busca un cambio de rumbo en su visita al Espanyol


Toca ganar. No es que haya nervios porque el baile de la Liga 2009/10 no ha hecho más que empezar. Pero el Málaga, después de bordar el chotis, tropezó con la muñeira y con la danza guerrera de Ibro –tradicional en Cantabria–. Ahora llega la sardana. Y, con ella, el momento de demostrar que la coreografía que se ensaya cada día en La Rosaleda sabe ponerla en práctica de la mejor manera posible, con la consecución del premio final: los tres puntos.
Juan Ramón Muñiz ha hecho hincapié en la necesidad de no cometer los errores de bulto de la pasada jornada, uno de los cuales impidió el empate que ya se acariciaba frente a su ex equipo, el Racing. El rival de hoy, el Espanyol, también es de la ´misma liga´ que el Málaga, por lo que un nuevo traspiés provocaría dudas innecesarias en una plantilla confeccionada para no pasar apuros en la campaña recién iniciada.
Tan lejos queda ya el agridulce recuerdo de la derrota frente a los racinguistas –con buen juego y multitud de ocasiones, pero con mal resultado– como el choque estelar de dentro de tres días contra el Barcelona en La Rosaleda. Sólo cabe pensar en el Espanyol, un equipo que estrenó con derrota frente al Real Madrid su nuevo estadio –en la segunda jornada–, situado en el municipio barcelonés de Cornellá de Llobregat pero junto al aeropuerto de El Prat de Llobregat, de ahí su nombre actual. No obstante, la afición espanyolista espera que en breve pase a denominarse estadio Daniel Jarque, en memoria del malogrado ex capitán.
Después de dos derrotas seguidas, el conjunto catalán sumó su primer triunfo en Riazor, en la pasada jornada, por lo que parece haber desaparecido el bache anímico que cundía en un bloque que no podrá contar con sus dos ´almas´, De la Peña y Tamudo, ambos por lesión.
El Málaga no se fía un pelo del conjunto periquito, del césped recién implantado tras el desastroso piso que se vio frente al Real Madrid y, mucho menos, del ambiente que puede vivirse en el denominado ´Nuevo Sarriá´ al haber pasado a mejor vida las pistas de atletismo que dejaban helados a los seguidores en Montjuic.

Media medular nueva. Muñiz cambiará el centro del campo al menos en un cincuenta por ciento. La baja de Valdo se debe a la cláusula en el contrato de cesión del leonés al Málaga, que prohíbe su participación en este partido.
Asimismo, los servicios médicos del club de Martiricos han considerado la conveniencia de que Apoño no participe por precaución, dado que tiene algunas molestias tras reaparecer después de dos meses en el dique seco.
El de La Palmilla, que no jugó en Montjuic –última jornada de la pasada Liga– tampoco lo hará en El Cornellá-El Prat.
El cambio natural para el malagueño es Xavi Torres, que ha salido del once después de haber hecho casi todo perfecto en el estreno, con un recital defensivo, contribución en el segundo gol y materialización del tercero.
El sustituto de Valdo bien podría ser Albert Luque si Muñiz opta por cambiarlo de banda y situar a Duda donde mejor rinde, o bien el mediapunta Fernando, que ha actuado como extremo diestro en algunos entrenamientos –el técnico también ha probado a Obinna y a Forestieri–. El danés Mtiliga volverá al once después de haberse perdido el último envite por un proceso viral.
Hoy se romperá el empate con el Espanyol en Barcelona desde que el Málaga CF ascendió a Primera en la Liga 1999/2000, con cuatro victorias –tres con Joaquín Peiró, que sólo conoció una derrota– y cuatro derrotas –entre ellas, las tres últimas–.
Ganar es la única palabra grabada en la mente malaguista, sobre todo para demostrar que la calidad de la plantilla es una realidad, que el estreno no fue una ilusión.

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