El Málaga busca en principio a un jugador de 'último pase' para completar su proyecto

Borja Valero y Del Bosque

Un jugador de 'último pase'. Es decir, un futbolista con participación en el juego y especialista en el envío al hueco. Ese es el objetivo del Málaga en principio para completar su ambicioso proyecto con vistas a la esperada temporada 2011-2012. Los dirigentes del club y el entrenador, Manuel Pellegrini, tienen más o menos definido el perfil y se reunirán la semana que viene para analizar la lista de posibles candidatos. Solo existe otro condicionante: ninguno quiere precipitarse.

A estas alturas de la película, a nueve días del comienzo de la pretemporada (el miércoles de la próxima semana, 6 de julio), todo parece indicar que Pellegrini no contará con más altas en la vuelta al trabajo, siempre a expensas de que se confirme la incorporación de Sergio Sánchez. Faltan dos piezas de medio campo hacia adelante y, si acaso, un tercer portero, pero este último no es prioritario.

Desde el principio el Málaga tenía en su agenda dos nombres, Lucho González y Santi Cazorla, y luego se sumó un tercero, el argentino Ricardo Álvarez, revelación en el último Torneo Clausura. Pero por uno u otro motivo las tres opciones han quedado aparcadas. El primero de ellos, del Olympique de Marsella, por el elevado precio de la operación y también por la edad del futbolista (camino de los 31 años). Después le tocó a Ricardo Álvarez. Los dirigentes del Málaga hicieron planes para viajar a Argentina hasta en dos ocasiones, pero cuando comprobaron que el Vélez Sarsfield quería convertir el traspaso del medio punta zurdo en una subasta al mejor postor para llegar a los 15 millones de euros, el club optó por hacerse a un lado.

Por último, quedaba el caso de Santi Cazorla. Es obvio que se trata de un jugador del gusto de Pellegrini (nadie conoce mejor al asturiano) y, cómo no, de los otros responsables de la planificación (Abdullah Ghubn, José Carlos Pérez y Antonio Fernández). Como ya relató SUR en su edición del sábado, desde el principio en el club veían más complicado convencer al jugador que al Villarreal. Y efectivamente la previsión se ha cumplido. Ni siquiera se ha producido un contacto formal con el club castellonense, porque de antemano las pretensiones de Santi Cazorla han sido desorbitadas -no sería exagerado recurrir al término 'disparatadas'-, así que en principio se trata de otra opción teóricamente inviable.

Distancia sideral

Claro que en el fútbol todo puede variar en cuestión de días e incluso horas. Sin embargo, la distancia entre el Málaga y Santi Cazorla es sideral, porque el asturiano exige cantidades más propias del Real Madrid o del Barcelona. De este modo, cualquier posible negociación con el Villarreal está sujeta a que vuelvan a tenderse los puentes entre el club de La Rosaleda y el internacional, ahora mismo completamente rotos y parece que sin visos de reconstrucción.

El Málaga, que ya estaba por la labor de no correr en exceso y comprobar la evolución del mercado durante julio, se ha decidido finalmente a esperar en torno a mes y medio para fichar a ese futbolista que complete el proyecto. Esta situación solo variaría en el caso de que llegara una bicoca durante las próximas semanas. Y conviene aclarar que será más prioritario que el jugador en cuestión, de primera fila, se avenga a rebajar su caché para ajustarse a los parámetros del club y al límite salarial, y no tanto la inversión que haya que realizar en forma de desembolso a su actual equipo.

Asimismo, cabe aclarar que hablar de que el objetivo es en principio un futbolista 'de último pase' -tipo Iniesta o en menor medida Borja Valero- obedece a que la semana próxima, conforme llegue Pellegrini, todas las partes implicadas en la planificación se sentarán para definir aún más las características del jugador en cuestión para que complemente a lo que ya existe en la plantilla. En ningún caso, fichar por fichar.

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