Ni el calor ni el paso de más de un mes desde que surgió el movimiento del 15-M pudieron con las entre 11.000 y 12.000 personas, según la Policía Local, y las 25.000, calculadas por los organizadores, que ayer se echaron a las calles del centro de la capital malagueña para manifestarse contra el llamado pacto del euro que está debatiendo la Unión Europea y que creen que "empobrecerá a la sociedad". Encabezada por una enorme pancarta en la que podía leerse Democracia real ya. No al pacto del euro, las miles de personas que apoyaron la protesta quisieron dejar claro desde el principio que se trataba de una concentración pacífica y que nada tenían ver con los actos violentos que la semana anterior se produjeron en el Parlamento de Cataluña.
Ayer no hubo ningún incidente y la manifestación tuvo en todo momento un carácter festivo, incluso sus organizadores lanzaron una consigna para que si se producía algún altercado todo el mundo se sentara para señalar al responsable. La anécdota fue la petición de un beso colectivo entre los asistentes a la protesta para recalcar que no había ninguna intención de protagonizar actos violentos. Los manifestantes portaron numerosas pancartas y corearon lemas contra la clase política y los bancos, algunos de ellos ya habituales del movimiento, como No nos representan o Lo llaman democracia y no lo es. La protesta partió desde el Ayuntamiento de Málaga a las 19:00 de la tarde y a cada tramo se fueron sumando adeptos, por lo que la marcha tardó aproximadamente en llegar hasta la Plaza de la Constitución donde culminó con la lectura de un manifiesto y la información que las comisiones del 15-M dieron a conocer sobre su trabajo durante este último mes.
Al mismo tiempo que en la capital malagueña, la protesta colectiva del 19-J también se estaba celebrando en 60 ciudades españolas y varias europeas, para mostrar la disconformidad ciudadana con el llamado pacto del euro que la Unión Europea está discutiendo para fijar la nueva política de estabilidad monetaria. Pero los portavoces del 15-M están convencidos de que este pacto traerá consigo "un empobrecimiento de la clase trabajadora a corto plazo porque sólo prioriza las necesidades de la banca y las grandes empresas". Además, según denunciaron, estas medidas afectarán especialmente a los países más afectados por la crisis económica actual, entre los que se encuentra España.
Los indignados creen que esa supuesta estabilidad de la moneda única europea únicamente acarreará "más recortes, la bajada de los sueldos o la privatización de los servicios públicos". Los representantes del movimiento 15-M pusieron con esta manifestación el broche de oro a la acampada que iniciaron hace ya más de un mes en la céntrica plaza de la Constitución y que ha sido utilizada como centro e operaciones para desarrollar todo tipo de actos culturales y sociales.
Durante todo este tiempo, alrededor de medio centenar de personas han dormido cada noche en la plaza lo que generó las críticas de los vecinos que incluso llegaron a denunciar el ruido y la suciedad que estaban ocasionando. Se van de la Constitución, pero los indignados advierten de que su lucha no acaba ahí. El colectivo no quiere que este movimiento caiga en el olvido y ya anunció la semana pasada que seguirá organizando algunos eventos en la plaza, donde habrá un punto de información y se convocarán asambleas los miércoles y los domingos.
Adelante 15-M , sin desfallecer!
ResponderEliminar