[Getafe 1 - 2 Málaga] El Málaga acaricia la Liga de Campeones




GETAFE 1 - MÁLAGA 2

Getafe: Jacobo; David Cortés (Contra, m. 57), Cata Díaz, Belenguer, Licht (Albín, m. 57); Granero, Polanski, Casquero (Kepa, m. 71), Gavilán; Soldado y Uche. No utilizados: Stojkovic; Ibrahim Kas, Adrián, Mario Cotelo y Celestini.

Málaga: Goitia; Gámez, Cuadrado, Welington, Calleja; Apoño, Pablo; Eliseu, Baha (Gaspar, m. 75), Duda (Miguel Ángel, m. 51); y Salva (Adrián, m. 72). No utilizados: Arnau; Juan José y Fernando.

Goles: 0-1. M. 30. Centro de Duda y Eliseu, en el segundo palo, cruza el balón ante Jacobo. 0-2. M. 45. Baha aprovecha un pase con la cabeza de Eliseu, que peinó una falta botada por Duda. 1-2. M. 75. Contra, de libre directo.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Expulsó por doble amarilla a Cuadrado (m. 74) y a Soldado por un codazo (m. 93). También amonestó a David Cortés, Cata Díaz, Salva, Contra, Licht, Duda, Granero, Belenguer, Apoño, Albín, Miguel Ángel y Uche.

Unos 9.000 espectadores en el Coliséum Alfonso Pérez.

El Getafe vibrante y fresco que renovó la Primera es ahora un equipo irreconocible que sufre y vive en la ofuscación. El Málaga se lo recordó en un partido insípido que ganó con la zurda de Duda.

El partido arrancó con lío y hasta algún rumor de suspensión. El Málaga se presentó con su equipación suplente (camiseta verde, azul y negra, pantalón blanco) y el árbitro no aceptó el colorido por coincidencia con el azulón del Getafe. Al final, los locales jugaron de rojo y los malagueños, con esa camiseta inclasificable en términos estéticos. Pero ya había follón de entrada y así continuó la tónica.

Envuelto en su océano de agobios, el Getafe se midió a un grupo bien trabajado que ha dado cobijo a Salva Ballesta en el final de su carrera. El delantero utilizó sus argucias de veterano para descomponer a un adversario que necesitaba pocos vaivenes para la zozobra. No tiene gran cosa el Getafe a estas alturas de la película, salvo la aportación de Casquero, un desplegable multiusos en el centro del campo.
El Málaga tiene la confianza de una gran temporada de su parte. Y en el fútbol funciona la inercia. La seguridad lleva al atrevimiento, a intentar más cosas, a proponer planes. En el desconcierto del Getafe y su inanición galopante, Duda envió un par de centros soberbios al área de Jacobo y el Getafe se derrumbó. Dos goles en quince minutos. Uno de Eliseu y otro de Baha, dos bisontes preparados para todo.

El 0-2 encendió a la grada. Bronca del público a su equipo. También soliviantó a los jugadores locales, que sucumbieron a los nervios en continuas broncas frente a Salva, presente en todas las escaramuzas. El juego se convirtió en un carrusel de batallas, gente por los suelos, gestos ceñudos y nudos por doquier.

El Getafe no ofreció nada diferente, algún chispazo que se saliera del carril y por eso intentó remontar por las bravas, apelando al choque, las ronchas de piel y todo el surtido de ejercicio extremo.

Encontró una luz en un arranque de Alvín que Contra transformó en un fantástico golpe franco a gol. Pero no tenía más, salvo un juego previsible (Alvín tiró otra falta al palo) que no evitaron el inevitable «Víctor, vete ya».

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