El Unicaja jugaba esta tarde el partido más importante de los que faltan de temporada. El equipo malagueño tiene casi imposible alcanzar a los dos primeros clasificados (Tau y Barcelona), por lo que debe centrarse en ser tercero en el mejor de los casos y para eso debía vencer al Gran Canaria. Objetivo logrado.
Los de Aíto apenas dieron oportunidades al rival. Dominaron el encuentro desde la primera parte y apenas otorgaron opciones al Gran Canaria de acercarse al marcador y mucho menos de lograr la victoria. Y esto a pesar de que algunos de los jugadores del conjunto cajista no se encontraban en plena forma -caso de Welsch y Archibald- y a pesar de la baja de Carlos Cabezas.
No hay secretos entre el equipo canario y el Unicaja después del reciente enfrentamiento en los cuartos de final de la Copa del Rey. El partido jugado en Madrid no hizo sino alimentar más aún las ganas de revancha del Gran Canaria, que hoy ha visto cómo el Unicaja se mantiene como su bestia negra, a pesar de que el conjunto que dirige Aíto García Reneses vuelve a verse inmerso en una situación muy delicada por culpa de las lesiones. La apendicitis de la que fue operado el jueves Carlos Cabezas puso la guinda a una semana plagada de infortunios y en la que el equipo llegó a tener hasta cinco bajas. Con Cabezas k.o. durante un mes y Germán Gabriel lesionado en el tendón de Aquiles, Aíto recuperaba a Welsch, Archibald y Ndong, que ya el miércoles no pudieron jugar contra el Roma.
La situación era parecida a la que soportó el equipo malagueño allá por el mes de noviembre, cuando tuvo también cinco bajas, aunque esto no le impidió ofrecer su mejor versión en lo que va de temporada con victorias importantes como la conseguida en Tel Aviv o frente al Barcelona.
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