Cuatro agentes de la Guardia Civil y otras cuatro personas fueron detenidas en la jornada de ayer en una operación contra el tráfico de drogas que se desarrolló en las provincias de Granada y Málaga.
En la operación participaron agentes de Asuntos Internos del Instituto Armado que se desplazaron expresamente desde Madrid y que les seguían la pista desde hace algún tiempo.
Fuentes próximas a la investigación concretaron que dos de los guardias civiles fueron detenidos con las «manos en la masa» por miembros del grupo de Asuntos Internos del Instituto Armado con cerca de 2.000 kilos de hachís. En ese momento se encontraban en pleno traslado de la droga .
Al menos dos de los agentes fueron arrestados en el municipio malagueño de Torrox y se encontraban en ese momento de paisano cuando fueron sorprendidos por sus compañeros.
En los acuartelamientos de Nerja y Almuñécar, donde están destinados los dos guardias civiles, se registró una jornada de enorme trasiego de vehículos oficiales que no cesaban de salir y entrar en las dependencias y que no pasó por alto a los vecinos de estas localidades.
El juez que se encarga del caso decretó el secreto de sumario nada más producirse las detenciones y fuentes próximas a la investigación aseguraron que la investigación sigue abierta, por lo que podría haber más detenciones en las próximas horas.
El antecedente sevillano
El pasado 12 de septiembre fueron detenidos, por miembros de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO), el policía local de Sevilla, Lars Sepúlveda Madsen, y otras dos personas más, entre ellas su mujer, acusados del robo de 150 kilos de cocaína de la sede de la Jefatura de Policía de la capital hispalense. En junio del 2008 se descubrió que habían desaparecido la droga, que fue sustituida por talco, yeso y harina. El cambio de sustancia obligó a poner en libertad a varios narcotraficantes por la falta de pruebas.
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