El Málaga se divierte ante su afición


Ocho victorias en nueve partidos, 25 goles a favor y seis en contra. Con el despliegue de un fútbol de toques rápidos, movilidad y juego vistoso. Eficacia en el ataque con la dupla Van Nistelrooy-Baptista; el equilibrio que aporta el omnipresente Toulalan en el mediocampo, la recuperación de Apoño y la magia de Joaquín, Cazorla o Buonanotte. El Málaga ilusiona a su afición y deja entrever una temporada de ensueño.

Con Pellegrini al mando, los andaluces han completado una pretemporada casi perfecta con la única mancha de la derrota frente al Cádiz en el Trofeo Carranza. Sólo el Real Madrid mejora los números del conjunto malaguista. El técnico chileno empieza a engrasar las piezas de un puzzle remozado con muchas caras nuevas y a sentar las bases de su filosofía. Aunque todavía quedan por muchos kilómetros por recorrer.

Como epílogo de la preparación veraniega antes del arranque liguero, el Málaga se divirtió ante su hinchada en el Trofeo Costa del Sol tras apabullar al Peñarol de Montevideo. El subcampeón de la pasada Copa Libertadores fue un espectador más en La Rosaleda. Los uruguayos se mostraron endebles en todas las líneas del campo y apenas opusieron resistencia.

En los futbolistas empieza a calar hondo el estilo que busca el ‘Ingeniero’: posesión del balón con combinaciones cortas y rápidas y siempre merodeando el área rival. Pellegrini sacó a relucir su ‘once’ de gala y puso sobre el césped su artillería pesada.

Demichelis y Mathijsen siguen aportando solidez a la defensa; Gámez y Eliseu parecían dos dagas en las bandas en cada jugada de ataque; Apoño cogió el timón siempre respaldado por el francés Toulalán, Joaquín puso el talento y Baptista y Van Nistelrooy, la pólvora.

De las botas del jugador del Puerto de Santa María nacieron las ocasiones con mayor peligro. El primer gol llegó en una jugada de astucia. Apoño sacó rápido una falta para Joaquín asistió para que ‘La Bestia’ abriera el marcador. El brasileño mantiene el magnífico estado de forma con el que acabó la pasada temporada.

Al borde del descanso, Van Nistelrooy acudió una vez a su cita con el gol tras una asistencia de Joaquín. Pero el holandés seguía con hambre y tras iniciarse la segunda parte, aprovechó un pase medido de Sebas Fernández para anotar de cabeza. El killer tulipán conserva intacto su olfato goleador –ha marcado 7 goles esta pretemporada-.
Sebas redondea la fiesta

Sebas, quien había sustituido en el descanso a un Cazorla al que le falta más rodaje junto a sus nuevos compañeros, se erigió en el protagonista de la segunda parte con sus movimientos desde la banda izquierda. El uruguayo, admirado por la afición por su garra y pundonor, se unió a la fiesta para cerrar la goleada del Málaga tras recibir un pase de tacón de Duda y batir a Carini en un mano a mano. Una dosis de moral para el charrúa, que no ha estado muy acertado de cara a portería este verano.

La cruz de la moneda cayó del lado de Rondón. El venezolano erró tres claras oportunidades en el tramo final del encuentro y se fue cabizbajo del estadio. Aunque la Liga todavía no ha arrancado, el joven venezolano es consciente de que tendrá que esperar su oportunidad desde el banquillo.

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