Tenía motivos para no estar. Hace una semana, una caída en pleno concierto le causaba un esguince. Un mal paso. Hace tres días tuvo otro... pero lo que cayó en esa ocasión fue una bomba informativa: el Fiscal Anticorrupción pedía tres años y medio de cárcel y casi cuatro millones de euros de multa por un presunto blanqueo de dinero durante el tiempo en el que estuvo vinculada al ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz. Pero Isabel Pantoja no se esconde y anoche dio la cara. Lo hizo en uno de los pocos sitios en los que se siente cómoda, el escenario, y ante los suyos, unos 1.700 incondicionales que ayer le lanzaban gritos de ánimo en el Auditorio Municipal de Málaga. Hubo baile, mensajes escondidos, sonrisas y también lágrimas.
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