La fiesta estaba animada. Tanto que a las seis de la mañana aún continuaba. Un vecino, harto de la música que sonaba a tan intempestivas horas, llamó a la Policía Local, que se presentó en la vivienda donde se celebraba. Los agentes instaron al propietario a que quitara el volumen y le requirieron la documentación, pero lo que recibieron no fueron papeles precisamente, sino insultos como «gentuza», «mierdas», «putos polis» y «payasos». Estas gruesas palabras le han costado al dueño de la casa y a un amigo una multa de 180 euros a la que les ha condenado la Audiencia de Málaga por una falta de respeto y de consideración debida al agente de la autoridad.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2010 en Nerja. Una persona llamó a la Policía Local a las seis de la madrugada quejándose del ruido procedente de una fiesta que se estaba celebrando en la terraza de una vivienda. Los agentes se presentaron en el domicilio y comprobaron que la música sonaba a un volumen excesivo ya que se escuchaba desde la calle.
Consulado de Panamá
Los policías comunicaron al propietario el motivo por el que estaban allí y, tras indicarle que quitara el volumen de la música, le solicitaron la documentación. El dueño contestó entonces que «primero iba a despedir como se merecían a sus invitados» y que «luego les atendería». La música, mientras tanto, continuó al mismo volumen. Momentos después los agentes volvieron a instarle para que cesara el ruido y les mostrara su documentación. El hombre les enseñó un pasaporte panameño, por lo que le requirieron también el documento de identidad para extranjeros, a lo que éste respondió diciendo: «No lo tengo, ¿es no te has enterado? Está en trámite y esto es lo que hay». A continuación, según la sentencia, el hombre añadió: «Estoy haciendo una fiesta con los amigos, no estoy haciendo nada malo. No somos delincuentes ¿es que no tenéis nada más que hacer? Que soy de piel negra, pero no soy marroquí ni negro. Si tenéis cojones, ponerme una mano encima que llamo al consulado de Panamá y se os cae el pelo, porque mi consulado me protege de gentuza como vosotros».
La sentencia añade que mientras los policías trataban de tranquilizar al propietario de la casa, salió otro hombre que estaba en la fiesta, quien se dirigió a ellos diciéndoles: «Iros a la mierda, sois unos mierdas». Ante esta actitud, los agentes le requirieron a él también la documentación, a lo que éste respondió: «Quiénes sois vosotros para pedirme mi documentación, qué autoridad tenéis sobre mí. Simplemente sois unos putos polis».
Ante el cariz que estaban tomando la situación, los agentes pidieron apoyo a la central, entonces los dos hombres les volvieron a insultar con frases como «vienen más payasos para el circo que tenéis montado».
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