Hasta la llegada de la alta velocidad, el trayecto Barcelona-Málaga por tren llevaba 11 horas. Pero en febrero, cuando el sufrido AVE Madrid-Barcelona fue por fin una realidad, el tiempo del desplazamiento se acortó ya a 6 horas y 30 minutos, parón técnico en Atocha mediante. Desde entonces, 189.673 viajeros tomaron un tren AVE en los trayectos que enlazan Cataluña, Aragón y Andalucía, lo que supone casi duplicar (el 93,3% más) el tráfico. En 10 días de AVE directo, se han vendido ya 6.400 billetes.
La nueva variante, que hace pasar el tren a 13 kilómetros de la capital española, reduce el tiempo total en 50 minutos. Ayer, los requisitos de seguridad, debido a la nieve y el hielo en parte del recorrido (a partir de Zaragoza, se notó, mientras el termómetro iba bajando grados desde 17 a 0), convirtieron el AVE en un poco menos AVE y forzaron la reducción de la velocidad hasta 160 kilómetros por hora. Y claro, fueron numerosas las llamadas de pasajeros que avisaban de lo que venían tronando los servicios de información de Renfe por megafonía: que habría un retraso aproximado de entre 40 y 50 minutos. "¡Tengo que subir a un barco, espero no llegar tarde!", bramaba por el móvil una pasajera del coche número 3.
El AVE salió de Sants a las 10.30 y llegó a Málaga a las 16.50. Mal día para el alarde. En cada estación, los viajeros fueron advertidos por megafonía de la existencia placas de hielo en el andén.
Algo ayudaba a atemperar los ánimos el desfile de copitas de cava corredor arriba y corredor abajo que, bandeja en mano, repartió el personal del AVE a todos los pasajeros. Pero eso sólo vale para los que estrenaron el bypass, y no fueron tantos. Si el tren -que circula a una velocidad media de 197 por hora, aunque alcanza los 300 en algunos tramos- tiene una capacidad para 316 pasajeros, en Barcelona subieron 162, una parte de los cuales se bajó en Sevilla. Hasta Málaga llegaron 120. "La crisis, la cuesta de enero, se notan", comentó en el tren Félix Martín, director del Área de Negocio de los Servicios Transversales de Alta Velocidad Larga Distancia de Renfe. Según Martín, con la nueva conexión directa, una al día, se aspira a transportar este año a más de 200.000 pasajeros a Sevilla y más de 150.000 a Málaga, pero Renfe cree que el nivel de ocupación habitual a finales de 2009 alcanzará el 70% y que la ruta será rentable.
En el caso del AVE Barcelona-Madrid, la ocupación es del 80%. El perfil de pasajero es el que se mueve por ocio o por lazos familiares, aunque tanto Salgueiro como el ministro Corbacho confiaron en que el acercamiento físico se traduzca también en más lazos comerciales.
En clase turista, el precio del billete a Málaga es de 133 euros por trayecto, pero existen tarifas promocionales a partir de 53 euros. Los viajeros del tren, un poco hartos de que los periodistas les preguntasen sus impresiones, se extasiaron con la nieve, sobre todo al pasar a 13 kilómetros de distancia de Madrid, donde era posible ver desde el tren a algunas personas jugando y correteando por la nieve.
Interesante información la que explicas.
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