Del menudeo o los hurtos a la escolta del concejal de caseta en caseta. Las ajustadas agendas de los políticos de Málaga en los días de la pasada Feria han obligado al Consistorio malagueño a desviar agentes del grupo de menores, o aquellos encargados de perseguir el pequeño tráfico de drogas al servicio de escolta de los ediles. El Sindicato Independiente de la Policía de Andalucía (SIP-AN) criticó ayer que durante estos días estos servicios al ciudadano hayan dejado "totalmente descubiertos" o que, en el mejor de los casos, hayan funcionado con "servicios mínimos".
"No es la primera vez que ocurre", mantienen desde el sindicato Unión de Policía Local y Bomberos (UPLB). "En muchas más ocasiones se han visto sin unidades porque ha habido que reforzar el servicio de escolta, ya sea porque hacen muchas horas y necesitan descanso, por bajas o vacaciones", añade Francisco Corpas, secretario andaluz de la formación. El coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Florentino Villabona, no quiso hacer ayer comentarios sobre el asunto. "Ha sido una de las mejores ferias en seguridad de los últimos años", zanjó.
Los agentes que hacen de guardaespaldas de los ediles malagueños pertenecen al Grupo de Escoltas, Menores y Atención al Ciudadano (GEMAC) de la Policía Local, por lo que son sustituidos por policías de su mismo grupo. "Hemos pedido en varias ocasiones que se refuercen los escoltas para no perjudicar a los otros servicios, pero hasta ahora, y tras los últimos atentados terroristas, tienen prioridad", añade Corpas.
La falta de escoltas y de personal en los días de feria hace que los sindicatos saquen uno de sus temas recurrentes: los recortes. Inciden en que el centro histórico se quedó desprotegido durante las noches de feria. "En la zona sólo había tres o cuatro patrullas, cuando el dispositivo habitual en un fin de semana son siete u ocho coches". Esos días, les tocó lidiar con más gente de la esperada. "Había una afluencia de público igual o mayor que la de un sábado noche, pero con gran cantidad de personas ebrias por los efectos de la feria de día", explica Manuel Troyano, secretario del SIP-AN.
Troyano discute el balance hecho por el Consistorio, en el que el alcalde, Francisco de la Torre (PP), aseguró una mejora de visitantes y seguridad sobre la edición de 2008. Según datos municipales, la Policía Local detuvo a 64 personas, frente a 93 en 2008 y ha intervenido en 105 reyertas, 20 menos que en la feria anterior. "Sólo había que salir a la calle para comprobar que había mucha menos gente que en otras ediciones", afirma el secretario del SIP-AN.
Otras fuentes policiales añaden que se han registrado muchas más reyertas de las habituales, aunque no han tenido resultados graves. El Cuerpo Nacional de Policía ha arrestado a 65 personas, 22 más que en 2008, sobre todo en el Real del Cortijo de Torres.
La vuelta del botellón también ha cosechado críticas de los agentes, que se han visto desbordados para controlar "hasta 5.000 personas" bebiendo en el Real, con 8 efectivos policiales.
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