La Junta ve "lógico" que Málaga sea la sede de la nueva caja fusionada

El consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, realizó ayer en Málaga unas declaraciones que probablemente caerán muy bien en una ciudad que ha hecho del agravio con Sevilla una seña de identidad. Ávila afirmó ayer que ve "lógico" que la nueva entidad resultante de la fusión de Unicaja, Caja Jaén y Cajasur tenga su sede en Málaga, ya que la malagueña Unicaja es la "más relevante en términos de dimensión" de cuantas pretenden unirse. El consejero aseguró a continuación que la decisión de la ubicación le compete a los dirigentes de las tres cajas: "si los órganos de gobierno deciden que la sede esté en Málaga, desde la Junta no habrá ningún inconveniente en que así sea", dijo Ávila.

Estas palabras no son gratuitas. A principios de año, el intento, finalmente frustrado, de fusión entre Unicaja y la sevillana Cajasol estuvo marcado, más que por criterios financieros, por un debate sobre la ubicación de la sede central de la hipotética entidad. El alcalde sevillano, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) dio "por hecho" que la caja se instaría en la capital de Andalucía. El Ayuntamiento de Málaga, presidido por el popular Francisco de la Torre, aprobó una moción en pleno, apoyada por el PSOE para que la sede de la primera caja de ahorros andaluza permaneciera en Málaga. Pese a los llamamientos del entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, a aparcar la "estéril" polémica localista, la fusión de Unicaja y Cajasol embarrancó.

Ávila, que acudió ayer a Málaga para presentar el festival de la Luna Mora, que se celebrará en el pueblo de Guaro en septiembre, recordó la "predisposición" de la Junta de "reforzar el núcleo financiero de la comunidad" mediante fusiones de cajas de ahorro. El consejero, que aunque nació en la provincia de Jaén es profesor de Teoría e Historia Económica de la Universidad de Málaga, y el PSOE malagueño lo considera desde su nombramiento como parte de su cuota de miembros del consejo de gobierno.

Mientras tanto, las negociaciones para la fusión de Unicaja, Caja Jaén y la cordobesa Cajasur prosiguen. De cerrarse con éxito, nacerá la sexta caja de ahorros por activos de España, con 53.172 millones de euros, según datos de 2008. Por delante sólo estarán la Caixa (258.000 millones de euros en activos), Caja Madrid (189.000), Bancaja (109.000), Caja Ahorros del Mediterráneo (74.000) y Caixa Catalunya (64.000).

El peso de Unicaja es 33 veces mayor que su homóloga jienense y 1,5 veces mayor que Cajasur. La entidad cordobesa, controlada por la Iglesia, tiene, además, un legado envenenado: el 53% de sus participaciones empresariales se concentran en el deprimido sector de la construcción y tiene un inmovilizado de 4.000 viviendas y dos millones de metros cuadrados de suelo urbanizable. Este lastre urbanístico disparó la morosidad e hizo caer el beneficio de Cajasur un 90% en 2008. La entidad cordobesa ocupa el segundo lugar en la calificación del riesgo de todas las cajas españolas. Para su fusión con Unicaja, será necesaria una inyección de 1.050 millones de euros.

Otra caja que ha sufrido apuros, y que tuvo que ser intervenida por el Banco de España, Caja Castilla-La Mancha, aseguró ayer que queda descartada una fusión con Unicaja -también estudiada en los meses pasados- después del proyecto de fusión de las tres cajas andaluzas, informa Europa Press.

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