El informe del Cedex –organismo público dependiente del Ministerio de Fomento dedicado al estudio y experimentación de la obra pública– sobre la viabilidad de actuar en el cauce del río Guadalmedina ha generado un intenso debate en la ciudad, avivado aún más por el hecho de que las elecciones municipales son dentro de apenas cuatro meses. PP y PSOE ya se han posicionado con propuestas antagónicas y electorales, aunque es la Fundación Ciedes la responsable de impulsar el proyecto de integración del río en la ciudad y el seno escogido por todas las administraciones para alcanzar un acuerdo.
De hecho en Ciedes están representados el Ayuntamiento de Málaga, la Junta de Andalucía, la Diputación provincial y el Gobierno central. Además están la Cámara de Comercio, los sindicatos CCOO y UGT, la Confederación de Empresarios, el Parque Tecnológico de Andalucía, la Universidad de Málaga, la Federación de asociaciones de vecinos Unidad, el Puerto de Málaga y Unicaja. Las instituciones, incluso del mismo partido, tienen opciones diferentes para el río:
Ayuntamiento de Málaga
El alcalde, Francisco de la Torre, defiende abiertamente el embovedamiento del tramo urbano del Guadalmedina (unos tres kilómetros), ya que considera que el informe ve viable dicha actuación. De hecho, cree que es posible incluso aprovechar algunos de los elementos del plan presentado hace más de una década por la ex regidora Celia Villalobos, que recogía aspectos como meter en la parte inferior vías de comunicación y aparcamientos. A su juicio, el Plan Guadalmedina sería «una forma inteligente de utilizar ese espacio», ya que «por debajo cabe hacer de todo y por arriba podría ser un elemento de ornamentación». Para De la Torre, «el río se puede bajar de cota y, por tanto, podrían conectarse los espacios urbanos entre ambas márgenes y tener un espacio ajardinado y de encuentro».
Junta de Andalucía
La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, que también es candidata del PSOE a la Alcaldía, en su papel institucional señaló que el informe «no apuesta por ninguna alternativa concreta y ofrece varias posibilidades para estudiarse, con determinados condicionantes que deberán de ser valorados», por lo que emplazó a la próxima reunión de la Fundación Ciedes para debatirlo. Esto fue el jueves; pero el viernes, ya como candidata, presentó abiertamente su opción «verde» y de espacio abierto para el Guadalmedina, oponiéndose de forma tajante a su embovedamiento.
Subdelegación del Gobierno
El subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, subrayó en declaraciones a EL MUNDO de Málaga que la situación económica actual «no es momento para invertir ni acometer actuaciones», por lo que abogó por aprovechar este tiempo «en ver qué quiere la ciudadanía, sin posicionamientos previos y sin llevar el asunto a la contienda electoral, sería un error, creo que sería malo caer en una confrontación de opiniones». A su juicio, hay que averiguar si los ciudadanos quieren actuar en el cauce del Guadalmedina «y si esta actuación se considera prioritaria o hay otras que lo son más». Por tanto abogó por la participación y el diálogo en el seno de la Fundación Ciedes y reiteró que, «sin llegar a un referendum, pero debemos saber qué es lo que quiere la ciudadanía que se haga ahí».
Diputación Provincial
El presidente de la Diputación provincial, Salvador Pendón, aboga por el embovedamiento del cauce. A su juicio, la creación de un parque fluvial «en una ciudad con varios kilómetros de litoral» no tiene sentido. «Para compactar la ciudad debe haber una continuidad urbana; no podemos dejar por más tiempo esa cicatriz», aseguró a este periódico. Los embovedados en otras ciudades «han obtenido resultados extraordinarios y las expectativas urbanísticas de la zona en Málaga lo requieren, pues harán falta más vías de comunicación». Pendón considera que la ciudad está «desarticulada» y para hacerla más compacta «necesita una espina dorsal, no el Guadalmedina». Según dijo, hay supercicie suficiente para varios carriles de tráfico y para el uso público, así como para la instalación de «terrazas, puestos de flores o mercadillos». Lo que sí considera necesario es «agotar todos los estudios técnicos posibles, y si es posible entonces embovedar», porque de este modo Málaga «adquiriría una fisonomía urbana acorde al siglo XXI, más permeable y capaz de aprovechar ese espacio muerto en el centro».
Modestamente opino que algo habría que hacer con ese río, mayormente seco, sucio y feo. Si, como dice el señor alcalde, el proyecto es viable, puede que sea una bonita solución para nuestra ciudad el embovedamiento del rio, aprovechando la parte inferior para aparcamientos y la superior para crear zonas verdes, parques, zonas deportivas o lo que sea... No sé... ¡Quizá sí deban preguntar a los ciudadanos a ver que quiere la mayoría!
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