Un gran Málaga no puede con el árbitro (4-3)

Rubinos Pérez pudo con el Málaga. El árbitro madrileño fue capaz de cortarle las alas a un equipo que ayer mereció los tres puntos frente a un Valencia decepcionante, sin sus habituales recursos y que solo navegó gracias a la sucesión de expulsiones. Los errores más graves pudieron ser un posible fuera de juego en la acción del empate local, que también costó la roja a Demichelis, la expulsión de Hélder y numerosas acciones en las que no mostró el deseable equilibrio. El equipo de Manuel Pellegrini ofreció ayer un recital de fútbol, superando a un rival anoche muy pequeño. Fue capaz de ponerse por delante con diez y de empatar con nueve hombres. Increíble. Aunque solo habría que esperar para que llegara al final el tanto del triunfo local, compuesto por una plantilla fuerte y con dos hombres más. La misión era imposible. El destrozo del árbiro ya no tenía solución, aunque los malaguuistas, pese al enfado y la indignación, se marcharon orgullosos de su trabajo y conscientes de que el marcador no pudo ser más injusto.

El Málaga fue superando progresivamente todas las adversidades que se encontraba, y no precisamente por parte del Valencia. La lectura más profunda del encuentro hay que buscarla en la imagen ofrecida por el equipo malagueño, ofreciendo una variedad de recursos digna de un conjunto grande. Ayer posiblemente comenzara la nueva era del Málaga, en la que sin duda deberán llegar pronto los buenos resultados.

Cambios

Pellegrini apostó de entrada por el equipo previsto con la novedad de última hora de Hélder Rosário en detrimento de Weligton, baja hasta en la convocatoria por unos problemas estomacales. Entró en el lateral izquierdo Eliseu, mientras que regresó al once Rondón. El técnico buscó una alineación muy próxima a la que podría ser de gala para comenzar la segunda vuelta del campeonato. Los resultados al planteamiento del chileno se vieron de inmediato. El control fue para los malaguistas desde el arranque, con un ataque que dispuso de dos oportunidades clarísimas en el primer minuto. Baptista y Rondón no pudieron adelantar a su equipo.

El trabajo de los dos delanteros y el centro del campo visitante atemorizaron a los valencianistas, que se vieron sorprendidos y superados. Y no habría que esperar demasiado para que llegara el premio, el gol: recuperación de Baptista, que sirvió a Apoño para que, desde la banda, pusiera el balón en bandeja para que Rondón exhibiera su calidad y marcara. Enmudeció Mestalla. Un aspirante a 'grande' estaba dándole una lección de fútbol a un Valencia de Champions.

La reacción local era de esperar. El equipo de Emery subió sus líneas para buscar el empate. Pero su convicción era mínima, ya que los contragolpes visitantes eran espectaculares. Pero llegó el temido error, la jugada odiosa de siempre: Mata se queda solo ante Asenjo y Demichelis le hizo penalti. Pero lo peor fue que Rubinos Pérez expulsó al central. El mismo Mata marcó, lo que supuso un mazazo para los malaguistas.

Los fantasmas del pasado aparecieron. Sin Weligton en el campo, la responsabilidad recayó en un Hélder Rosário muy seguro. A Pellegrini le tocó improvisar. Sacó el librillo y cambió a Maresca, dándole entrada a Manolo. Gámez pasó al centro de la zaga. El técnico se aprovechó del trabajo de Baptista en el centro del campo y Apoño se convirtió en el líder del equipo. Al revés de lo previsto, el Málaga siguió controlando el partido. Las sensaciones de los visitantes eran excelentes.

La inferioridad no afectó a los malaguistas. Rondó se quedó solo y falló, mientras que Eliseu buscó un penalti en un acción ofensiva muy peligrosa, pero Rubinos no lo señaló. Pero el premio volvió a aparecer en un córner ejecutado por Duda que transforma Rondón tras varios rebotes. Impresionante. La lección táctica de Pellegrini estaba dando sus frutos. Baptista, incluso, buscó el tercero en una gran jugada individual.

Soldado y Banega eran las apuestas de un superado Emery para buscar la reacción. Y los resultados llegaron pronto. Con uno más, el Valnecia dominaba tras la entrada de los hombres de refresco. Y sería el delantero Soldado el que lograba el empate en una buena acción individual. Parecía que ya no había solución. El público se animó y el conjunto local mejoró de una forma considerable.

Pero la labor del colegiado todavía tendría otro acto de gran relevancia para completar un péasimo arbitraje. Expulsó también al otro central apto del equipo visitante, Hélder Rosário, seguramente por unas protestas tras un córner. Era la puntilla a un equipo excelente y sacrificado, capitaneado por un brillante Pellegrini. De ahí que solo hubiera que esperar unos minutos para observar cómo conseguía Banega el tercer tanto en un lanzamiento junto al palo. Una lástima.

Todo estaba perdido y el Málaga seguía trabajando a destajo para frenar a un mal Valencia. Pero la épica seguía y el equipo de Pellegrini no se resignaba a perder el partido. Sacó fuerzas de flaqueza y un fantástico Baptista llevó otra vez el empate al marcador después de una jugada del siempre sorprendente Recio, un joven que pide paso de forma urgente (lo hace bien hasta como revulsivo). El público de Mestalla no daba crédito. ¿Cómo habían marcado solo con nueve? Esa era la gran pregunta. Aunque luego no sirvió porque Aduriz marcó el cuarto tanto. Una pena. Hasta Pellegrini perdió la paciencia y fue expulsado. La indignación era espectacular y llegó la bronca final en el túnel de vestuarios.

Fue una derrota dulce por el juego del Málaga, pero injusta por los méritos de unos y otros. Ahora solo queda recuperarse tras analizar las pérdidas, que serán muchas. La factura puede ser demasiado grande cara al choque del sábado que viene frente a un rival directo, el Zaragoza, en casa. Ahí comenzará la exigencia más importante.





EL DETALLE

Noche de guantes en Mestalla. La mayor parte de los jugadores del Málaga salieron al campo con esa prenda. El frío era insoportable, con una temperatura próxima a los cero grados.

ESTADÍSTICAS

Tiros a puerta 4/9 5/11

Córners 10 4

Amonestaciones 2 3

Expulsiones 0 3

Valencia: Guaita (2); Miguel(1), Stankevicius (1), Dealbert (1) -Banega (2), minuto 46-, Mathieu (1); Maduro (1), Tino Costa (1); Pablo Hernández (1) -Joaquín (1), minuto 70-, Mata (1), Jordi Alba (1) -Soldado (2), minuto 45-, y Aduriz (1).

Málaga: Asenjo (1); Jesús Gámez (2), Demichelis (1), Hélder Rosário (2), Eliseu (2); Apoño (2), Camacho (3), Maresca (1) -Manolo (2), minuto 21), Duda (1) -Sebastián Fernández (1), minuto 70-; Baptista (3) y Rondón (3) -Recio (2), minuto 66-.

Goles: 0-1, minuto 10: Recuperación de Baptista, que pasa a Apoño para que este centre y Rondón adelante a su equipo. 1-1, minuto 16: Mata, de penalti. 1-2, minuto 35: Rondón vuelve a marcar tras una falta botada por Duda. 2-2, minuto 52: Soldado, tras pase de Pablo Hernández. 3-2, minuto 67: Banega, desde lejos junto al palo. 3-3, minuto 79: Baptista, tras un pase al hueco de Recio. 4-3, minuto 90: Aduriz, desde dentro del área.

Árbitro: Rubinos Pérez (madrileño). Pésimo arbitraje, claramente casero. Expulsó a Demichelis (minuto 15), Hélder Rosário (65) y Pellegrini (78). Amonestó a Asenjo, Baptista, Apoño, Maduro y Aduriz.

Campo: Unas 25.000 personas en Mestalla en una noche muy fría.

EL PÚBLICO

Varias decenas de aficionados malaguistas acompañaron a la expedición ayer en su visita a Valencia. Animaron al equipo y disfrutaron con el fútbol desplegado. La decepción de la derrota, sin embargo, no mermó la esperanza de un equipo en construcción.

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