El jeque gana el concurso de La Bajadilla y anuncia una inversión de 400 millones


Marbella acaricia uno de los sueños más esperados por el sector turístico desde hace décadas: la llegada de cruceros a tierra firme que hasta ahora pasaban de largo o, a lo sumo, desembarcaban a los pasajeros en barcazas. La ampliación del puerto de La Bajadilla, el único de gestión directa de la Junta en la ciudad, se prepara para dar un salto no solo cuantitativo sino también cualitativo de la mano del jeque catarí Abdullah Ben Nasser Al-Thani, propietario del Málaga CF. El proyecto de ampliación del puerto marbellí de La Bajadilla ya tiene nombre y apellidos. La Junta ha adjudicado a la unión temporal de empresas (UTE) Nasir Bin Abdullah & Sons, encabezada por el jeque, y en la que también participa el Ayuntamiento de Marbella a través del Puerto Deportivo Marbella S. A. con un tres por ciento, la remodelación de la marina y la gestión durante los próximos 40 años del recinto náutico, ubicado en la zona este del casco urbano.
De las dos ofertas que se presentaron al concurso público -la de Al-Thani y la de un consorcio de empresarios locales- finalmente la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) se ha decantado por el proyecto de Nasir Bin Abdullah & Sons, definido por sus propios artífices como «el mejor puerto privado del Mediterráneo». No en vano, anuncian una inversión de 400 millones de euros y hablan de una superficie de 220.000 metros cuadrados de dársenas abrigadas, una capacidad náutica de 1.220 embarcaciones deportivas y 155.000 metros cuadrados de zona terrestre.
Desde la adjudicataria, que ayer mostró una satisfacción contenida, recordaron en una nota dirigida a este periódico que en estos meses han mantenido un «respetuoso silencio» sobre el proyecto para que se «tomara la decisión que mejor se adecuara a los intereses de Andalucía, Málaga y Marbella, sin incidencia alguna». Además de agradecer la actuación profesional de todas las personas y administraciones «involucradas» en este proceso, se mostraron convencidos de que será una «fuente de riqueza y orgullo para todos».
Financiación propia
La ponderación de las ofertas económicas y técnicas de ambos aspirantes ha inclinado la balanza hacia la UTE liderada por el jeque. Credenciales no le faltaban. Le sonreían desde la financiación de la obra, que se realizará íntegramente con recursos propios y sin necesidad de depender de ningún banco, hasta las cifras de un diseño que está llamado a convertirse en un emblema del litoral andaluz. A saber: un muelle de atraque de 200 metros de longitud para que puedan llegar trasatlánticos a la costa de Marbella o la creación de 541 amarres más, lo que elevará a 803 atraques para embarcaciones de una media de 59 metros cuadrados.
El envoltorio será un dique exterior circular de 911 metros que dará cobijo al puerto actual y creará un nuevo espacio de agua abrigada para compatibilizar los usos pesquero, náutico-deportivo e industrial-náutico tradicionales junto con la nueva llegada de cruceros turísticos, excursiones marítimas y de ocio.
La Consejería de Obras Públicas, que destacó ayer que será la primera infraestructura portuaria que se ejecutará en Andalucía bajo la fórmula de la colaboración público-privada, resaltó que supondrá una inversión por parte de la adjudicataria de 84 millones de euros y que el plazo de ejecución será de 48 meses. La UTE se encargará ahora de redactar el proyecto constructivo, de realizar las obras y de explotar las instalaciones en tierra y agua para amortizar el coste y abonar el canon a la Junta.
Según marca el calendario, una vez formalizado el contrato la concesionaria tendrá seis meses para presentar el proyecto de ejecución de la obra, que deberá ser revisado y aprobado por la APPA. Antes de que los ingenieros usen el tiralíneas para trazar al detalle el diseño del remozado puerto de La Bajadilla, en el que la ciudad tiene puestas parte de sus expectativas de desarrollo, los primeros esbozos ya están sobre el papel. La bocana del puerto actual, con un calado inferior, quedará cerrada por el nuevo contradique y dará el relevo a una nueva entrada para las embarcaciones. Una vez dentro, la marina se dividirá en dos zonas: un eje central y el muelle circular. En el primero se dispondrá el muelle de atraque de 200 metros de longitud y 7,5 de calado «que permita la recepción de buques de cruceros turísticos que hacen ruta por el Mediterráneo». El circular, por su parte, organizará los amarres para las embarcaciones deportivas y dará soporte de actividad comercial, según explicó la Junta.
Convivirán por tanto los usos tradicionales con los nuevos, ante los que los empresarios ya se frotan las manos. Para la demanda turística, amén de los 803 atraques para embarcaciones deportivas y del muelle de cruceros, se creará una zona exclusiva con capacidad para hasta 26 embarcaciones. La construcción de un aparcamiento subterráneo para 450 vehículos, que complementarán a las 683 plazas con las que cuenta actualmente en superficie, pondrán la guinda a la renovada Bajadilla.

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