La nueva terminal del aeropuerto de Málaga está prácticamente finalizada y ahora es necesario comprobar que todo funciona a la perfección. El nuevo edificio ocupa una superficie de 250.000 metros cuadrados y tendrá 86 mostradores de facturación, 20 puertas de embarque o un sistema innovador automatizado para las maletas, por lo que sería demasiado arriesgado iniciar las operaciones a las bravas, con viajeros reales, ya que, si falla cualquier mínima cosa, el caos podría ser total. Y lo que es peor, habría miles de usuarios más que mosqueados el primer día de actividad.
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