Málaga y la comarca del Guadalhorce salieron ayer de una sequía de 4 años

Pantano Guadalhorce
Pantano CONDE GUADALHORCE

El decreto de sequía quedará derogado definitivamente el próximo 1 de marzo. Al menos, para las zonas de Málaga y Torremolinos y la comarca del Guadalhorce. El área occidental ya salió hace meses de los tiempos difíciles, pero la Axarquía tendrá que esperar aún. La comarca más oriental y tradicionalmente menos lluviosa de la provincia fue la última en vérselas con las restricciones y medidas propias del decreto. Por ello, su pantano, el de La Viñuela, ha dado de ´beber´ varios hectómetros cúbicos a la capital. El consumo ´propio´ de los municipios colindantes y el ´ajeno´ esquilmó sus reservas.

Eran algo más de las doce del mediodía cuando la red Hidrosur, sistema dependiente de la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), constataba lo previsto. Los embalses de El Limonero, Guadalhorce, Conde de Guadalhorce y Guadalteba superaban los 160 hectómetros cúbicos prefijados en el decreto de sequía. Por la tarde, el registro había aumentado hasta los 163 hectómetros. Teniendo en cuenta que se prevén escorrentías superiores a los 10 hectómetros cúbicos para los próximos días, no existe, con la estadística en la mano, ningún riesgo de que se vuelva a rebajar el umbral citado de los 160 hectómetros.

En cuanto a La Viñuela, pese a todo, la situación ha dado un vuelco espectacular. En sólo una semana, ha duplicado su nivel de agua embalsada (de apenas 21 hectómetros cúbicos hace siete días, se ha pasado a los 43,86 registrados ayer a las siete de la tarde).

Pero, lo mejor de todo, es que el panorama se ha revertido en toda la geografía provincial. Los siete embalses de Málaga almacenaban ayer por la tarde 273,06 hectómetros cúbicos. La semana pasada la cifra global era de tan sólo 226, lo que implica que la crecida de las últimas jornadas equivale prácticamente al consumo de Málaga capital durante un año.

Los agricultores dejarán atrás los tiempos de riegos de socorro y emergencia, que apenas han servido en estos años para salvar los árboles. Las lluvias de estos meses, además de servir de desahogo a sus tierras, permitirá regar con mayor holgura en los próximos tiempos. Atrás quedarán también las restricciones a los llenados de piscinas y otras medidas limitadoras del consumo.
El panorama ha dado un giro de 180 grados en líneas generales. Los medidores situados en los embalses de la zona del Guadalhorce mostraban bien a las claras la prosperidad de la nueva situación. Atrás quedan las habituales imágenes de terrenos resquebrajados y orillas de embalse reducidas a apenas charcos. Los pantanos rondaban ayer el 45% y no ha pasado tanto tiempo desde que cayeron peligrosamente cerca del 15%.

El año hidrológico ha permitido remontar esta situación no sólo por la cantidad de lluvias, sino también por su distribución. Ha llovido donde tenía que llover, en las cabeceras de los ríos que embalsan y sobre los propios pantanos.

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