«¡Tenía que hacerlo!, ¡tenía que hacerlo!» gritaba José Antonio mientras era sujetado y en su ropa manchada de sangre se reflejaba lo que acababa de hacer. A pocos metros, Francisco Padilla, para quien muchos vecinos seguía siendo el cura de La Malagueta a pesar de que ya estaba jubilado, tumbado en el suelo, perdía sangre por las dos puñaladas que tenía en el cuello y en un costado. El presunto perturbado rozó la tragedia, pero el sacerdote, de 83 años de edad, al cierre de esta edición se encontraba estable en Urgencias del hospital Carlos Haya de la capital malagueña.
Los hechos ocurrieron en torno a las 9:00 horas, cuando supuestamente José Antonio A. Z., que portaba un cuchillo de cocina, se ocultó tras una de las columnas del garaje colectivo de un bloque de la calle Arenal, en Málaga, esperando a que el sacerdote terminase de estacionar su vehículo, ya que vive en el lugar.
http://www.abcdesevilla.es/20100702/andalucia/perturbado-apunala-cuello-sacerdote-201007020105.html
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