La Junta y el Ayuntamiento de Málaga parecen por fin haber iniciado la retirada de escollos que dificultaban la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La reunión, ayer, entre una delegación municipal encabezada por el propio alcalde, Francisco de la Torre (PP), y un equipo dirigido por el viceconsejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Justo Mañas, sirvió para unificar criterios en cuestiones que hasta ahora estaban en las antípodas.
La más relevante es la aceptación por parte del Ayuntamiento de compensar con suelo urbanizable a los propietarios de Arraijanal, la última parcela virgen junto a la playa, que el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum) ha reservado para parque metropolitano, en contra del proyecto del Consistorio de construir casi 700 viviendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario