Arriate obtuvo ayer una respuesta al crimen que lo ha tenido en vilo durante las dos últimas semanas. La Guardia Civil ha detenido a un menor como presunto autor de la muerte de María Esther Jiménez, la niña de 13 años cuyo cadáver fue hallado el 20 de enero en el interior de la caseta de una depuradora con varios golpes en la cabeza.
El sospechoso, Rubén V. R., que el pasado diciembre cumplió 17 años, es también vecino del pueblo y miembro de la misma pandilla con la que solía estar la víctima. La investigación de la Benemérita, a cargo de la Policía Judicial de Málaga y la Unidad de Coordinación Operativa (UCO) de Madrid, desembocó en el joven por dos vías diferentes.
La primera de ellas fue la de los interrogatorios. El menor prestó declaración, como tantas otras personas del pueblo, en las oficinas que el Ayuntamiento habilitó para que la Guardia Civil hablara con los vecinos sin que tuviesen que desplazarse al cuartel de la vecina Ronda, que está a seis kilómetros de Arriate.
Los investigadores empezaron a sospechar de él cuando detectaron algunas contradicciones en su versión sobre lo que hizo la noche de la desaparición de María Esther. Según ha podido saber SUR de fuentes cercanas al caso, los guardias civiles se entrevistaron con la persona con la que decía haber estado y su coartada se tambaleó. Al parecer, también habría obviado información sobre los sitios donde estuvo aquel día. Todo eso les llevó a incluir su nombre en la cartera de sospechosos.
Segunda vía de investigación
En esa ronda de declaraciones, los agentes tomaron muestras de ADN de forma indiscriminada a todos los testigos. La estrategia era clara. Habían obtenido numerosos restos biológicos en el escenario del crimen y pretendían hallar en los interrogatorios coincidencias genéticas con el autor o autores de la muerte de María Esther.
Esa fue la segunda vía de investigación, la más importante en el caso. Los muestras recabadas fueron remitidas a los laboratorios centrales de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Se les dio máxima prioridad. Los resultados relacionaron el código genético del detenido con restos biológicos hallados en tres lugares distintos de la caseta donde apareció el cuerpo de la niña.
Según las fuentes consultadas por este periódico, el ADN del sospechoso coincidiría -de manera casi absoluta- con el que se encontró en la sudadera con capucha con la que el presunto agresor cubrió la cara de María Esther tras el ataque, así como con el que apareció en la puerta del casetón que dejó encajada al marcharse. También existiría la misma correspondencia genética con los restos hallados en la piedra de casi cuatro kilos con la que fue golpeada la víctima, que murió tras sufrir un fractura de cráneo.
Las pruebas de ADN supuestamente situaron al menor en el escenario del crimen. Aun así, los investigadores decidieron esperar los resultados de unos análisis realizados a otros sospechosos con el fin de estrechar todavía más el cerco.
Sin antecedentes
Finalmente, las pesquisas condujeron ayer a la detención del joven, que carece de antecedentes, como presunto autor de la muerte de la niña. Aunque no se descarta que puedan aparecer nuevas implicaciones, la Guardia Civil da por concluida esta parte de la investigación, como demuestra el hecho de que ayer abandonaran Arriate la veintena de agentes que permanecían destacados en el municipio para esclarecer el caso.
Sobre las 11.45 horas, agentes de paisano del Instituto Armado lo arrestaron en el domicilio familiar, en la calle La Viñilla. Sin embargo, los rumores que apuntaban desde hace días a la inminente detención de un sospechoso hicieron que el municipio amaneciera tomado por una legión de cámaras, periodistas y unidades móviles de diferentes cadenas de televisión, algunas de las cuales llevan instaladas en el pueblo desde que se conoció la muerte de la niña.
Desde primera hora, los reporteros permanecieron apostados en unos aparcamientos situados en alto y que ofrecen una panorámica de la calle La Viñilla. La familia trató de seguir con su rutina, pese al despliegue mediático. Un vecino cuenta que, sobre las diez de la mañana de ayer, se cruzó con el chico y con su padre, que al parecer venían de trabajar. «Le dije: 'Niño, con las heladas que están cayendo estaréis pasando frío, ¿no?'. Entonces, se metieron en su casa a desayunar», relata José Melgar. A las once menos cuarto, un fotógrafo de SUR captó una instantánea del joven asomándose a la ventana. Poco después, fue detenido.
El menor permaneció en el interior de la vivienda en compañía de sus padres mientras llegaba la comisión judicial para el registro. A las doce, la calle fue invadida por media docena de coches con patrullas uniformadas de la Guardia Civil así como varios vehículos camuflados con agentes de paisano. La vía fue acordonada de un extremo a otro y la Policía Local tuvo que regular el tráfico en la zona ante el elevado número de vecinos y curiosos que se congregó en el lugar.
A continuación, llegaron los especialistas de Policía Judicial, ataviados con trajes especiales para evitar contaminar las pruebas que hallasen en el registro. Intervinieron varias prendas de ropa -se cree que algunas de ellas podrían ser las que llevó el arrestado la noche en que ocurrió el crimen- y otros enseres que están siendo analizados.
Los agentes estuvieron inspeccionando la vivienda hasta pasadas las dos de la tarde, en presencia del juez y del detenido. De ahí, el equipo de investigación se trasladó a una finca situada en las afueras del pueblo, hacia Setenil de las Bodegas, situada en un margen de la carretera de La Parchite, en el paraje de Carpía. Se trata de una casa rural con un huerto que pertenece a un familiar del menor, quien solía dormir en ella con frecuencia. Una fila de coches camuflados llegó al lugar sobre las 14.45 horas y se marchó media hora más tarde, tras finalizar el registro.
El arrestado fue conducido por la tarde a la comandancia de la Guardia Civil de Málaga para ser interrogado. Al tener menos de 18 años, los investigadores disponen de 24 horas desde su detención para ponerlo a disposición de la Fiscalía de Menores, lo que ocurrirá hoy.
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