El guitarrista y cantante de blues-rock Gary Moore, famosísimo durante los primeros 90 gracias a baladas como 'Still Got The Blues' -tres millones de discos vendidos en pocos meses-, apareció muerto ayer en la habitación del Kempinski Hotel Bahía de Estepona, a los 58 años y debido a razones sin aclarar. El cuerpo no presentaba signos de violencia, según confirmó la subdelegación del Gobierno en Málaga.
Las mismas fuentes añadieron que no se va a abrir una investigación, salvo que de la autopsia se desprendan motivos para hacerlo, aunque insistieron en que en una primera inspección del cadáver no se aprecian signos de violencia. El músico llegó al citado hotel el sábado al mediodía y falleció la pasada madrugada, añadieron las fuentes, que no precisaron si viajó acompañado.
Nacido Robert William Gary Moore el 4 de abril de 1952 en Belfast, Irlanda del Norte, a los 8 años comenzó con una guitarra acústica destartalada. A los 14 ya consiguió una en condiciones y la aprendió a tocar como los diestros, a pesar de ser un joven zurdo. A los 16 años se mudó a Dublín y fichó por el grupo Skid Row. En los 70 comenzó su carrera en solitario y al poco Phil Lynnot le alistó en su célebre grupo Thin Lizzy y apareció en álbumes clásicos suyos como 'Black Rose: A Rock Legend' (79).
Tras varios coqueteos con el rock duro que le convirtieron en ídolo entre el colectivo heavy, en los 90 se recolocó en la vanguardia del revival blues gracias a discos como 'Still Got The Blues' (90) y 'After Hours' (92). Con ellos cosechó un éxito transversal, muy agradecido entre el público femenino debido a sus baladas, y no del todo reconocido por la fracción purista de la afición, a pesar de colaborar Moore con tótems negros de los doce compases de la talla de Albert King, BB King o Albert Collins.
El blues, su primer amor
En activo desde 1969, su carrera se esparció por diversos formatos de rock. Militó en los grupos Colesseum II (con Dan Airey) o BBM (él más los exCream Jack Bruce y Ginger Baker), y se alquiló a otros mitos como los bajistas Greg Lake y el propio Phil Lynott. Sin embargo, a Gary Moore le tiraba la música negra y la mantuvo en sus últimos discos, por ejemplo en su canto del cisne, 'Bad For You, Baby', editado en 2008.
Entonces nos confesó: «Me considero un artista de blues. La mayor parte de las cosas que hice en el pasado y que estaban relacionadas con el rock ahora me parecen muy ajenas. Además hoy soy más viejo y mi estilo al tocar ha cambiado. Cuando era treintañero volví al blues y me alegro de haberlo hecho, porque ése es mi verdadero primer amor. Me encantan todos los guitarristas: B.B. King, Freddie King, Otis Rush, Albert King... Todos son estupendos. También adoro escuchar a Mick Taylor, Jeff Beck, Jimi Hendrix... Incluso a Django Reinhardt».
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