Málaga se vuelca con el Cautivo
Una vez más el Cautivo volvió a demostrar que es el Señor de Málaga. Personas de todas las edades y de toda condición se echaron a las calles en masa para ver pasar a su Cristo y a la Virgen de la Trinidad. Una jornada que estuvo marcada por la cantidad de gente que se arremolinaba en torno al Cristo de la túnica blanca en todos los puntos del itinerario, siendo muy difícil transitar a pie por el centro histórico. Desde mucho antes de que se abrieran las puertas de la casa hermandad, el público buscó el mejor sitio para asistir a la salida procesional en el barrio de la Trinidad.
Tras la estela de Jesús Cautivo le siguieron miles de promesas a lo largo del recorrido, como Melanie Griffith, esposa del actor malagueño Antonio Banderas. Los vivas y aplausos al Señor se sucedieron a lo largo de todo el trayecto.
La Virgen de la Trinidad salió a los sones de la marcha procesional 'Alma de la Trinidad', de Eloy García, entre los aplausos del público que se congregó en los alrededores. Los hermanos de la cofradía trinitaria realizaron un espectacular paso del trono de la imagen en la tribuna oficial de la plaza de la Constitución, practicamente vacía tras abandonar los abonados las localidades una vez pasado el Cautivo, con una lenta mecida y bajo una lluvia de pétalos de flores, tanto en este enclave como en calle Granada.
Este año en la cabeza de procesión no desfilaron los Regulares, debido a que la corporación no pudo afrontar los gastos de la participación de esta unidad castrense, y fueron sustituidos por la banda del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.
El cortejo, que fue arropado por los malagueños y visitantes de regreso a la casa hermandad, tuvo momentos especiales como el discurrir por el puente de la Aurora y por la Tribuna de los Pobres, donde el trono del Cristo se giró levemente hacia el pueblo malagueño que llenaba este popular enclave entre vítores y aplausos. Cuando la Virgen de la Trinidad llegó a este punto, la imagen del Señor de Málaga se encontraba en la rampa de la Aurora, con lo que se mecieron ambos tronos en paralelo, plasmando una estampa única.
En su regreso al barrio, a los titulares le cantaron saetas desde la Peña Recreativa Trinitaria y en la calle Trinidad hubo más gente que otros años acompañando a las imágenes hasta el encierro, antes de pasar por delante de la casa hermandad de la Salud, que tenía las puertas abiertas con las velas de los tronos encendidas y las imágenes entronizadas en el interior, cuya junta de gobierno esperó con el guión corporativo el paso del Cautivo y la Virgen de la Trinidad.
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