El PP abrió ayer sus puertas de nueva sede, «digna y austera», como la calificaron, y aprovechó el acto de inauguración para repartir cera y, prácticamente, no dejar ni un sólo cabo suelto: la crisis, los recortes, el digo hoy una cosa y mañana lo contrario, en alusión a Zapatero, la fracasada fusión de Unicaja y Cajasur... claro, se estrenaba la sede de un partido y su obligación, en este caso, es ejercer la oposición en un salón de actos que estaba lleno de militantes y simpatizantes, y que contó con la destacada presencia del presidente nacional, Mariano Rajoy; y del regional, Javier Arenas. Ambos candidatos, además.
No cabía ni un alfiler. Las fuerzas vivas del partido en la provincia asistieron a los discursos, aunque se echó en falta la presencia de Joaquín Ramírez, antecesor de Elías Bendodo como presidente malagueño (sí que estuvo Manuel Atencia). Por lo demás, estaban todos. O casi: Francisco de la Torre, varios concejales del equipo de gobierno de la capital; otros alcaldes como Pedro Fernández Montes, Enrique Moya, Juan Martín Serón o Joaquín Villanova; diputados nacionales, como Juan Manuel Moreno Bonilla o Federico Souvirón; y el secretario general, Francisco Salado.
http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2010/05/26/nueva-sede-criticas-militantes/342774.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario